La noche del 12 de febrero de 2021, Paola Palomera vio cómo dos sujetos retenían a su único hijo tras participar de una protesta. Luego, otro grupo de individuos vestidos de negro llegó a golpear a Nicolás Piña y lo subieron a la fuerza a una camioneta.
Paola intentó defender a su hijo, pero también fue golpeada por este grupo de hombres. Jamás imaginó que los sujetos que la golpearon a ella y a Nicolás eran Carabineros intramarchas. Desde ese día, toda la vida de Paola cambió radicalmente.
Carabineros acusó a Piña de ser el autor del lanzamiento de una bomba molotov que incendió el furgón policial, y desde el 13 de febrero de 2021 hasta el 18 de marzo de 2022, Nicolás Piña estuvo en prisión preventiva en Santiago 1.
Las irregularidades comenzaron desde un principio, Paola relató que la detención no tenía una orden de un juez ni fiscal. Además, los peritajes de hidrocarburo realizados resultaron negativos tanto en las manos como vestimentas de Piña y los relatos de Carabineros que testificaron en contra de Nicolás eran incongruentes. A pesar de lo anterior, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago determinó la culpabilidad de Piña en los delitos de homicidio frustrado y lanzamiento de artefacto incendiario.
El lunes 16, Piña fue condenado a la pena de cumplimiento efectivo de siete años de presidio, más las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, en calidad de autor del delito frustrado de homicidio de carabineros en el ejercicio de sus funciones. Además, fue condenado a tres años y un día de reclusión, accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena, como autor del delito consumado de lanzamiento de artefacto incendiario.
¿Cuánto ha cambiado su vida de su familia desde el 12 de febrero de 2021?
Ha sido complejo, nuestra vida cambió 180 grados. Mi nieto mayor se da cuenta de lo que está pasando con su papá. Mi vida cambió por completo. Tuve que estar en las calles, en reuniones, en todo eso para pedir la libertad de mi hijo. Y no, no fue agradable.
Cuando salió de prisión preventiva en Santiago 1, fue magnífico, pasó más de un año en prisión. Ahí empezamos a prepararnos emocionalmente para el juicio. Pero viene el juicio y yo sentí que volvimos atrás. Nuevamente a las calles, a lo mismo, a hacer agitación. Ya no estoy en mi casa, no estoy haciendo la actividad que estaba haciendo.
Te invitamos a leer: La prisión política desde la perspectiva de una madre: La historia de Paola Palomera y su hijo Nicolás Piña
Pese a todas las irregularidades que han denunciado, ¿Qué le parece la condena del Segundo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago contra su hijo?
Me parece muy mal, muy mal. Porque claro, si bien existen esas irregularidades, no me parece correcto condenar a una persona en la cual precisamente vamos a un juicio y no se revisan las pruebas que demuestran la inocencia de Nicolás. Fue lapidario y encontré que fue un castigo ejemplificador.
Cuando Gabriel Boric era candidato a la presidencia visitó a los presos del estallido en Santiago 1, en esa oportunidad conversó con Nicolás. Además, dentro de sus promesas de campaña estaba el retirar las querellas por Ley de Seguridad del Estado contra los presos de la revuelta. ¿Qué le parece que el Estado aún sea querellante contra Nicolás?
La palabra vale mucho para mí. Entonces, cuando uno promete rápido, dicen que se arrepiente lentamente. Que él (Boric) haya dicho a viva voz que iba a retirar las querellas, fue un engaño desmedido. No pueden engañar a la gente ni hacer campañas en función al sufrimiento. Este Gobierno nos fue a visitar a la huelga de hambre. Yo hice huelga de hambre. Tú esperas una luz, yo sé que las cosas son difíciles, pero son promesas. No pueden hacer campañas con el sufrimiento. Esto también atañe a los muchachos con trauma ocular, con las víctimas de perdigones, sobrevivientes, no solamente a los presos, sino a todos.
Él (Boric) conoce a Nicolás, claro, por esa entrevista que se dio en Santiago 1. Hubo una leve conversación, o sea, esa forma de decir “mira, yo voy a hacer esto, voy a ayudar” ya bajo el contexto que se estaba, pero no lo hizo. Fue una decepción.
El miércoles 18 de octubre, entregó una carta a Presidencia de la República, ¿Qué espera de esta acción?
Con la carta solicitamos una audiencia para conversar con él (Boric) y hablar desde el punto de vista de madre. El presidente Boric tiene la misma edad de Nicolás, también es hijo, un cabro profesional. Con Nicolás conversaron, se trataron de tú a tú ahí en la cárcel. Yo no quiero amiguismo, yo no quiero que nadie me regale nada, pero yo quiero apelar al sentido de mamá. ¿Qué pasaría si el presidente fuera mamá? Yo creo que él también buscaría que las promesas se cumplieran. Yo apelo al sentido de madre, es como poner los ovarios en la mesa. Más que nada yo como mamá me puedo permitir eso. Yo soy una madre. Me permito eso con el debido respeto, por supuesto.
En la carta entregada el pasado miércoles se detalla que “como en muchos de los casos, la detención se realizó sin contar con autorización de un juez de garantía, así como tampoco la orden de un fiscal. Luego los peritajes de hidrocarburo realizados resultaron negativos tanto en sus manos como vestimentas por lo que tampoco se demostró la participación en los hechos”.
“A su vez, las imágenes tampoco demuestran una continuidad de los hechos donde se vincula a Nicolás. Es decir, la única prueba en que se basa la condena corresponde a los testimonios de las fuerzas de carabineros, los cuales presentaron contradicciones e inconsistencias durante todo el juicio”, se añade en la misiva.
¿Cuáles son las acciones judiciales que seguirán?
El jueves 26 de octubre se presentará una apelación a la Corte Suprema. Eso nos queda hacer jurídicamente. En la Corte de Apelaciones, la Fiscalía y los querellantes presentaron la revocación de la medida cautelar y fue ratificada. Pasó de arresto nocturno a prisión preventiva, nuevamente. Se presentó un recurso de protección a la Corte de Apelaciones para revertir esto.
Yo espero anular el juicio y que comience otro. Un juicio digno. A mí como mamá me queda hacer agitación para ir denunciando todo esto, porque claramente con lo que yo veo, con lo que me tocó vivir con Nicolás, ha sido una injusticia tremenda.
¿Qué opina de la justicia en Chile?
Hay una justicia de clase. Absolutamente una justicia de clase. Aquí claramente el que tiene dinero es el que pasa libremente por la calle y queda impune. O queda con una condena de una libertad vigilada. Cuando tú sales a protestar por tus derechos sociales es más crimen de lo que puede ser un violador o una persona que se roba un banco. Hablo de otro tipo de robo, no de una persona que entra con una pistola a asaltar.
El juicio se determinó por los relatos de los carabineros, que nunca se pusieron de acuerdo en sus testimonios. La forma con la que los jueces, los magistrados, en este caso, toman este argumento, no lo entiendo. Quedamos en shock. En el peor de los casos yo pensaba que a mi hijo le darían de tres a cinco años, pero no 10 ni menos a las penas inhabilitantes.
Nicolás tiene títulos y no podrá ejercer ninguno. Hay que darle una vuelta también a eso. ¿Toda esa gente para qué estudias tanto? ¿Por qué estudias tanto? Habrá gente que dirá “¿Para qué te metiste en eso?” Pero esto le puede pasar a cualquiera, a la dueña de casa, al profesional, al estudiante, al trabajador. A cualquiera. Yo veo esta condena como un aviso. El veredicto fue un golpe para todos, no solamente es un veredicto condenatorio a Nicolás, sino que a todos los que estábamos ahí y a toda la gente que estuvo pendiente de este juicio. Sentí que nos condenaron a todos. Condenan a toda una lucha social.
