En vísperas de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado civil-militar en Chile, destacadas personalidades, incluyendo premios nacionales de periodismo, literatura, historia, ciencias sociales y arquitectura, así como académicos, líderes sociales y profesionales de diversos campos, entregaron una carta a La Moneda instando a honrar la memoria del presidente Salvador Allende, condenar el Golpe de Estado y fortalecer el compromiso de “Nunca Más”.
Entre los firmantes se encuentran reconocidos/as premios nacionales como Faride Zerán, Manuel Antonio Garretón y Elicura Chihuailaf, quienes hacen un llamado para que “esta conmemoración se asuma con la relevancia de un hito histórico fundamental que marcó a generaciones en Chile y el mundo entero”.
En la carta, se expresa el horror vivido al presenciar cómo fue derrocado un gobierno elegido democráticamente y cómo el presidente Allende perdió su vida defendiendo la democracia en La Moneda. También se destaca la paradoja de que el Golpe de Estado bombardeó un proyecto de cambio social pacífico, conocido como “la vía chilena al socialismo”, para instaurar un régimen cruel que quedará registrado en los anales de la historia de la humanidad por su desprecio a la vida y la dignidad humana.
Asimismo, se señala que, a medio siglo de esta fecha, es responsabilidad del Estado de Chile liderar la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado y reconocer la figura del presidente Salvador Allende como hitos fundamentales para la formación democrática de las actuales y futuras generaciones.
Los firmantes afirman que el gobierno debe asumir con convicción democrática que tanto la ruptura de la democracia como la muerte de un presidente que defendió la constitución y las leyes con su vida no pueden ser relativizados mediante discursos que niegan la historia y socavan las bases de la institucionalidad democrática.
La carta también subraya la importancia de devolverle sentido al lema “Nunca Más” y honrar a las víctimas del régimen, que incluyen a aquellos asesinados, desaparecidos, torturados, exiliados y oprimidos por la maquinaria del horror que dominó Chile desde el 11 de septiembre de 1973 hasta el 11 de marzo de 1990.
Además, se enfatiza que es responsabilidad de los actores políticos, sociales y culturales no sucumbir ante el discurso que justifica el Golpe de Estado, minimiza su impacto y los efectos de esta tragedia para la democracia, omite la relevancia de la intervención extranjera y oculta el accionar artero y criminal de la extrema derecha. Los firmantes consideran que estos discursos constituyen una lamentable complicidad intelectual con los momentos más oscuros de la historia de Chile y reproducen la fórmula clásica de culpar a las víctimas de los crímenes cometidos por sus victimarios.
Según la carta entregada al presidente Boric, los 50 años del Golpe de Estado se conmemoran en Chile en un contexto de retroceso para las fuerzas democráticas y progresistas tras las derrotas electorales en el proceso constitucional vigente.
Por lo tanto, argumentan que es necesario comprometerse con el lema “Nunca Más” y cumplir con su promesa de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición a través de acciones y políticas públicas que promuevan en todos los niveles la importancia del respeto a los Derechos Humanos en una sociedad democrática.
En este sentido, se destaca la necesidad de mantener viva la memoria de aquellos que fueron cruelmente arrebatados, como Gloria Ester Lagos Nilsson, Cecilia Miguelina Bojanic Abad, Jacqueline Drouilly Yurich, Nalvia Rosa Mena Alvarado, Elizabeth de las Mercedes Rekas Urra, Reinalda del Carmen Pereira Plaza, Gloria Ximena Delard Cabezas, Diana Frida Arón Svigilsky, Michelle Marguerite Peña Herreros y María Cecilia Labrín Sazo, mujeres embarazadas que fueron detenidas y desaparecidas por la dictadura civil-militar.
Por último, se hace un llamado a las fuerzas democráticas y progresistas del país, incluyendo partidos políticos, organizaciones sociales, culturales y de Derechos Humanos, intelectuales, trabajadores y todos los miembros de la sociedad, para unirse en la defensa de la democracia y las libertades, que están en riesgo debido al avance de la ultraderecha que se ampara en discursos neofascistas, los cuales representan un retroceso para la humanidad, como ocurrió hace 50 años.
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[…] Una serie de premios nacionales de diferentes menciones junto con numerosos académicos/as, entre los cuales me cuento, le enviamos una carta al presidente. […]