Casi 42 mil muertes civiles registradas oficialmente. Esta es la cifra que se destaca este lunes (7/10), fecha que marca el aniversario de un año de la masacre que cometen las fuerzas militares de Israel en el territorio palestino de la Franja de Gaza.
Oficialmente, son 41.909 las personas muertas por los bombardeos y ataques por tierra, según el Ministerio de Salud de Gaza, además de 97 mil heridos y más de 2 millones de personas deslocadas. El último bombardeo ocurrió este mismo lunes, resultando en la muerte de 17 personas, de las cuales 9 fueron niños.
Algunos trabajadores de órganos de defensa de civiles alegan que esta cifra puede ser hasta cuatro veces mayor, estimando la cantidad de víctimas indirectas – personas que mueren de hambre o falta de agua y de medicación, por los bloqueos que Israel mantiene para la llegada de insumos básicos – y de personas que están bajo los escombros.
Sin embargo, hay que destacar que incluso la cifra oficial es asombrosa, considerando el hecho de que esta se acerca a los 2% de la población total de Gaza, estimada en 2,3 millones de personas, que ha sido eliminada en un periodo de solamente un año.
Inicio de la masacre tras ataque del Hamás
Cabe recordar que la masacre en Gaza tuvo inicio tras un ataque sin precedentes del grupo Hamás contra regiones israelíes cercanas al enclave palestino.
Según las autoridades de Tel Aviv, más de 1,2 mil israelíes murieron en aquella jornada, y cientos de personas fueron tomadas como rehenes.
También se alegó que decenas de guaguas habían sido decapitadas y que se habían producido violaciones masivas, pero investigaciones posteriores realizadas incluso por medios israelíes, como el diario Haaretz, además de los periódicos estadounidense The New York Times y The Washington Post, demostraron que hubo, como mínimo, una exageración en esta divulgación, y muy probablemente la producción deliberada de noticias falsas promovida por figuras ligadas al gobierno sionista liderado por el primer-ministro Benjamin Netanyahu, y también por autoridades del gobierno de los Estados Unidos.
Aunque Israel utilice la retórica de que la masacre en Gaza es justificada por el ataque inicial de Hamás a su territorio, entidades defensoras de los Derechos Humanos consideran que la reacción de Tel Aviv configura la imposición de “castigo colectivo”, ya que la gran mayoría de las casi 42 mil muertes civiles de en el enclave palestino son de personas que no están involucradas con Hamás.
Esa es, de hecho, uno de los argumentos defendidos por Sudáfrica en la acusación llevada a cabo en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en la que acusa a Israel de cometer un genocidio contra el pueblo palestino.
Escalada del conflicto
Además de los bombardeos en Gaza, el número de muertes sigue avanzando también porque, desde agosto, Israel ha incrementado sus bombardeos y ataques terrestres en otro territorio palestino: la Cisjordania, y también en regiones de Siria y del Líbano.
La escalada en el Líbano es la que ha causado un mayor número de víctimas, superando a la cifra de 2 mil víctimas fatales, tras más de 10 días seguidos de bombardeos a Beirut y localidades del sur de ese país.
Las acciones han sido realizadas con la excusa de combatir al grupo chií Hezbolá, que apoya al Hamás en el intento de libras a Palestina de los ataques de Israel.
La relación cercana entre Hamás y Hezbolá con el gobierno de la República Islámica de Irán es otro elemento del complejo tablero del conflicto en Medio Oriente.
En un año, Israel ha logrado asesinar a los líderes de esos dos grupos: Ismail Hanyieh del Hamás, y Hasan Nasrallah, del Hebzolá. El primero ha sido asesinado en un atentado explosivo realizado en Teherán, capital de Irán.
Ante todo eso, la Guardia Revolucionaria de la República Islámica realizó el pasado martes (1/10) un primero ataque con misiles contra bases militares de Israel, logrando perforar el sistema de defensa llamado Domo de Hierro, considerado uno de los más poderosos del mundo.
Aún así, Irán todavía no ha entrado oficialmente en la guerra. La situación podría cambiar debido a que Tel Aviv ha prometido lanzar una retaliación contra ese país, mientras que las autoridades de Teherán aseguran que se preparan para realizar un bombardeo aún más fuerte contra el territorio israelí.
