A través de distintas redes sociales, decenas de personas han denunciado que han recibido el beneficio de cajas de mercadería del gobierno, a pesar de no vivir en situación de vulnerabilidad, mientras que otras familias con problemas económicos, confirman que la ayuda para ellos no ha llegado. Aquí las historias que revelan la confusa distribución de las cajas del Gobierno.
Era la tarde del jueves 11 de junio y los bocinazos sonaron fuerte en los pasajes de la Villa Millacura. Marisol Díaz estaba almorzando y se asomó por la ventana de la cocina para saber qué pasaba. Pensó que estaban sanitizando el barrio, debido a un brote de contagio de Covid- 19 de uno de sus vecinos los primeros días de la semana.
-¡Alooo, llegaron las cajas de mercadería!-, gritaba una mujer con overol blanco y antiparras, quien iba acompañada por un grupo de jóvenes vestidos con el mismo atuendo de protección, y que llegaron en un furgón escolar, que luego recorrió lentamente el pasaje de casas pareadas .
Los vecinos salieron de sus hogares para recibir la caja de mercadería. Sus rostros de asombro y los cruces de miradas entre ellos, reflejaban la sorpresa. A pesar de vivir en el sector poniente de la comuna, es un barrio de clase media donde –hasta el momento- no había problemas de alimentación ni nada parecido.
-Me pareció súper raro, porque nosotros no tenemos mala situación económica. Hay tres ingresos familiares en la casa, o sea no la necesitamos. Solamente me pidieron el carnet de identidad y el RUT y sería. No andaban con ninguna lista ni papeles para chequear datos. Es una locura, porque hay familias que realmente la necesitan y puede ser que no la reciban, porque se está entregando de este modo-, relata Marisol, quien decidió que donará la mercadería a una familia de Macul.
Sin embargo, esta misma situación la vivió Fanny Hernández, quien también vive en el sector poniente de Puente Alto, en las cercanías de Avenida Gabriela. También vio llegar a los trabajadores con overoles que pasaron por todas las casas. Nadie entendía nada.
-Cuando llegaron a mi casa, me pidieron ponerme un tapabocas y mi carnet. Me tomaron una foto recibiendo la caja-, comenta Fanny.
Ella es empresaria del rubro de la cosmética. Quedó sorprendida. Su caja con mercadería claramente la necesitaba otra persona. También decidió donarla.
En el caso de Puente Alto, la entrega de cajas con mercadería del programa “Alimentos para Chile”, inició el sábado 23 de mayo. Esa fue la primera contienda distribuidas en las villas Oscar Bonilla y Gabriela Mistral. “Nos informaron que en total serán 120.000 (cajas) y que llegarán diariamente (…) Aunque no alcanzarán para todas las familias de la comuna, si son un gran esfuerzo”, explica Germán Codina, alcalde de Puente Alto, a través de sus redes sociales.
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El pasado viernes 22 de mayo, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, lanzó el plan “Alimentos para Chile”, proyecto que tiene como objetivo entregar mercadería y artículos de higiene, a las familias más vulnerables y de clase media del país, para que sobrelleven de mejor manera la cuarentena debido a la pandemia.
-Significa un apoyo y alivio para millones y millones de familias chilenas que sin duda la necesitan y con urgencia (…) Es un esfuerzo de organización, logística, producción y distribución, de proporciones gigantescas nunca antes conocidas en Chile-, afirmó el mandatario en dicha instancia.
Se espera que entreguen dos millones de cajas aproximadamente.
Según el documento de Contraloría las entidades a cargo de la recepción y distribución de los beneficios, deben tener en consideración ciertas medidas para controlar la entrega de bienes físicos -como cajas con mercadería-, en donde informan:
“Para la entrega material de los bienes a los beneficiarios finales, se deberá implementar un sistema que resulte idóneo conforme a la realidad geográfica, número de población, necesidad urgente, tiempo para la entrega, etcétera.”
Pero, en la práctica eso no se cumple.
La situación descrita por Marisol y Fanny no fueron hechos aislados en la comuna. Aída Valenzuela de la comuna de Padre Hurtado, cuenta que vivió lo mismo durante la mañana del sábado 30 de mayo. La presidenta de la junta de vecinos les avisó que les iban a entregar las cajas sin preguntar sobre la situación económica de las familias.
-Fui una de las primeras en recibirla. Miraba por la ventana como se sacaban fotos antes de entregarlas, todos posando con las cajas. No me sobra, pero tampoco me falta, así que se las doné a mis padres que viven en Ciudad Satélite y que no recibieron caja”, cuenta Aída.
Ante este tipo de situaciones, la cuenta de Twitter de la Contraloría “Contralorito”, explicó que la entrega de ayuda no se está otorgando bajo criterio del Registro Social de Hogares, por lo que se debe consultar al municipio correspondiente bajo qué criterio fue su selección -del beneficio-, siendo la más probable por sector o barrio.
Esta respuesta de Contraloría da cuenta que es un problema de implementación de una política social que se debe investigar.
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Otras familias de la comuna de Puente Alto, no corrieron con la misma suerte de recibir la caja de “Alimentos para Chile”, y así lo relata Claudia González, quien vive en la villa El Labrador. Está sin trabajo porque es feriante. Es madre de cuatro hijos y su pareja es obrero de la construcción. Necesitan ayuda urgente. No han recibido nada.
-Acá nadie ha recibido caja porque creen que no la necesitamos, y a mi suegra tampoco y ella es de la tercera edad-, confiesa Claudia, quien pide desesperadamente una caja de mercadería.
Jeannette Silva está pasando por lo mismo. Vive en Puente Alto, en el sector de Lomas de Eyzaguirre. Ella tampoco ha recibido este beneficio del gobierno, y asegura que muchos de sus vecinos están sin trabajo. Tiene dos hijos, su pareja no está recibiendo ingreso y ella es la única que tiene trabajo.
-Pagamos arriendo, y con un solo sueldo es difícil que nos alcance. Como somos un condominio creen que no necesitamos ayuda- explica Silva.
Pero la necesidad por una caja de mercadería se replica en los sectores más pobres del sur de Santiago. En Pudahuel, Bastián Soto, técnico en electricidad, enfrenta una situación muy precaria. Desde que comenzó la cuarentena total está cesante y las deudas ya comenzaron a amontonarse. Vive en la villa El Comercio 3 de Pudahuel, y el límite de repartición que hicieron era a una cuadra de su casa. Es decir a metros.
-Pregunté en páginas de Facebook de vecinos de la comuna, cuándo repartirán y nos dijeron que estuviéramos atentos. Esa misma pregunta la hice cuatro veces y siempre responden los mismo: Esperen”- relata Bastián. El dinero que le queda no le alcanzará para llegar a fin de mes.
A través de distintas redes sociales, decenas de personas han confirmado que han donado sus cajas de mercadería a quienes más la necesitan, mientras que otras, aseguran que no pudieron rechazarla por instrucciones de quienes las repartían.
Durante la noche del jueves 11 de junio, la diputada de Revolución Democrática, Natalia Castillo, denunció haber recibido una caja de “Alimentos para Chile”.
“Hoy llegó una caja a mi casa, sin poder mediar ninguna posibilidad de devolverla”, explicó la parlamentaria a una radio nacional, quien además afirmó que el hecho le parecía escandaloso y preocupante, puesto que, cuestiona los criterios que se están utilizando para distribuirlas.
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