El ejército israelí llevó a cabo este sábado (21/09) una invasión de la sucursal del canal qatarí Al Jazeera en la ciudad de Ramallah, en Cisjordania, territorio palestino.
La acción fue llevada a cabo por soldados israelíes, algunos de ellos armados, que expulsaron brutalmente a periodistas y otros empleados de la sede de la emisora. Testigos del episodio afirman que los militares impusieron diez minutos de plazo para que todos los trabajadores del canal abandonaran el edificio.
Según la propia Al Jazeera, la operación militar fue impulsada por un decreto del gobierno israelí que ordenaba el cierre de la sucursal en Ramallah durante 45 días.
El director de la oficina de Ramallah, Walid Al-Omari, acusó al ejército israelí de confiscar los documentos y equipos de la estación.
También según el testimonio de Al-Omari, el camarógrafo Jivara Al-Badiri habría sido amenazado por un soldado armado que le exigió que detuviera un intento de hacer un video de la operación.
Ley contra Al Jazeera
En abril de este año, el Parlamento israelí aprobó una ley que permite al Ministro de Comunicaciones, con el consentimiento del primer ministro y del Comité de Ministros, “interrumpir la transmisión de canales extranjeros que difundan contenidos que puedan atentar contra la seguridad del Estado”.
La medida fue denominada por algunos medios internacionales independientes como “Ley Anti Al Jazeera” y hasta el momento sólo se ha aplicado efectivamente contra la emisora qatarí.
El pasado mes de mayo, el primer ministro Benjamín Netanyahu decretó el cierre de todas las oficinas del canal Al Jazeera en Israel. La decisión aplicó la ley aprobada el mes anterior y, según el líder sionista, fue tomada durante una reunión del gabinete ministerial y apoyada de forma unánime por los participantes.