Un insólito y grave hecho quedó al descubierto en Curanilahue en la Región del Biobío, luego de que se diera a conocer que tanto Carabineros como las Fuerzas Armadas (FFAA) que se encuentran en la llamada “Macrozona sur” en el contexto del estado de excepción establecido por el Gobierno, simplemente decidieron no actuar tras una serie de atentados, aun cuando contaban con información en tiempo real respecto al desplazamiento de los atacantes.
De acuerdo a lo que confirmó a Radio Bío Bío la empresa forestal Arauco -perteneciente al Grupo Angelini- ellos se encargaron de entregar a las FFAA y a la policía uniformada datos satelitales y de apoyo respecto a lo que estaba haciendo el grupo armado conformado por unas 15 personas, el que quemó dos camiones de la empresa Transportes Valdés, destruyó un vehículo de transporte de combustible, una camioneta y una retroexcavadora de la compañía Serfocom.
Los sujetos igualmente realizaron varios disparos a una camioneta de la empresa forestal Quiñenco, la cual fue robada y abandonada posteriormente.
Desde Arauco señalaron al medio que “para las 10 de la mañana ya habíamos alertado a las Fuerzas Armadas sobre el ataque, incluyendo la posibilidad de seguir mediante sistema GPS la camioneta que robaron (…) A las 11 de la mañana les informamos sobre la ruta de escape que estaban utilizando, y a las 13:30 llegaron a las cercanías de Cañete. Fueron más de 3 horas de rastreo de sus movimientos”.
Junto con ello, la empresa señaló que en todo ese lapso de inacción de los uniformados, los atacantes “incluso se dieron el tiempo para detenerse a comer en una especie de picnic”, como se observa en la foto central de esta nota.
Por otra parte, Arauco destacó que el grupo escapó usando caminos públicos, específicamente las rutas P-32, P-334, P-418 y P-510.