La iniciativa que busca aumentar los días de descanso, también está en línea con la disminución progresiva de la cantidad de horas semanales de trabajo, llegando a 38, dos menos que el proyecto presentado por la diputada Camila Vallejo en 2017 y que hoy descansa en el Senado. La iniciativa legal podrá ser discutida y votada por ambas cámaras una vez que haya pasado su primer trámite legislativo en la respectiva comisión o comisiones, según se establezca.
La Cámara de Diputadas y Diputados declaró admisible el proyecto de ley que busca bajar a cuatro los días laborales y subir a tres los de descanso en Chile.
Con ello, la iniciativa también denominado “4×3” podrá ser analizada, discutida y posteriormente votada en el Congreso, dependiendo de los plazos que dispongan las diferentes bancadas y/o comisiones.
El diputado Raúl Soto (PPD), uno de los impulsores de la iniciativa, sostuvo que “esperamos un debate con altura de miras para modernizar nuestra legislación laboral y mejorar las condiciones y calidad de vida de los chilenos”.
Cabe recordar que la presentación del proyecto fue argumentado ante “los altos niveles de estrés a que se encuentran sometidos trabajadores y trabajadoras es uno de los factores que están incidiendo en la calidad de vida de los habitantes de nuestro país”.
“A la extensa jornada laboral, tanto diaria como semanal, se deben agregar traslados, que en grandes ciudades demandan a veces varias horas al día (…) Esta distribución de jornada no podrá significar, bajo ningún concepto, una disminución en la remuneración del trabajador, ni tampoco alguna afectación a los derechos individuales y colectivos del trabajador”.
Raúl Soto
Para llevarlo a cabo, el parlamentario plantea disminuir progresivamente la cantidad de horas semanales: a 40 desde el primer día hábil del año siguiente a la publicación de la ley, y tras cinco años, llegar a 38. Esto, en sintonía al proyecto ya presentado por la parlamentaria comunista Camila Vallejo y discutido en la Cámara Baja, y que actualmente descansa en el Senado.
Como era de esperarse, desde el Gobierno descartaron apoyar una iniciativa de estas características, apuntando a que “no es momento” para una medida como esta y llamaron a “ser responsables de las consecuencias que se producen con cada una de estas propuestas”.
