Dos jóvenes conscriptos de la Escuela Militar se dieron a la fuga del cuartel tras denunciar graves maltratos físicos y acoso sicológico durante una campaña de instrucción. El Ejército ha confirmado la situación y el inicio de investigación interna para aclarar los hechos, separando de sus funciones a un capitán y un cabo, y a su vez, denunciando a los soldados ante la Fiscalía Militar por el delito de deserción simple.
Una grave denuncia de maltrato y acoso remece nuevamente al Ejército. Dos jóvenes conscriptos –que provienen de la zona centro sur del país–, desertaron de la Escuela Militar el pasado 15 de mayo tras acusar maltratos físicos y sicológico durante una campaña de instrucción.
De acuerdo a un recurso de amparo que interpusieron sus madres ante la Corte de Apelaciones de Santiago, se da cuenta que los jóvenes efectivamente se fugaron del cuartel (también confirmado por el Ejército), aburridos de las constantes humillaciones y golpes, según señala el reportaje de Radio Bío Bío.
“Me decían que era una mierda”
En el libelo presentado en tribunales, uno de los jóvenes comenzó a sentir dolor en la ingle, por lo que no podía realizar la actividad física normalmente. Sin embargo, el capitán a cargo le dijo que aguantara. Como la dolencia continuó, las cosas empeoraron. Debido al malestar –denuncia el texto– los capitanes pusieron a los otros conscriptos en su contra, castigándolos a todos con mayor actividad física. En ese contextos de cansancio, la enemistad no tardó en llegar.
“Me decían que era una basura, que era una mierda que me fuera para Perú o Bolivia porque allí habían calambrientos”.
A partir de esto, y con el permiso de los capitanes según los relatos de los jóvenes, los otros reclutas también les hicieron bullying a uno de ellos, metiéndole basura en su carpa y pateándolo en el suelo, entre otras situaciones.
El Ejército inició una investigación interna y de inmediato separó de sus funciones a un capitán y un cabo de la Escuela Militar. La investigación, según la entidad castrense, busca “esclarecer las circunstancias de la fuga del cuartel por parte de los dos soldados (…) con el fin de asegurar que esta investigación se desarrolle de la forma más transparente posible”.
Una alta fuente de la Escuela Militar indicó en el reportaje que si los hechos ocurrieron tal y como fueron expuestos por las madres de los afectados, habrá sanciones, ya que “hoy el respeto hacia los soldados es una prioridad, porque no es el Ejército de antes”.
Por su parte, el Ejército denunció a los jóvenes ante la fiscalía militar por el delito de deserción simple, que de acuerdo al Código de Justicia Militar, puede ser sancionada con arresto militar en el cuartel y una eventual pena podría oscilar entre los 61 a 541 días, pero sin privación de libertad. Y ello, porque en el caso de estos soldados, no existen las agravantes de huir abandonando el puesto de guardia, como tampoco hacerlo con material fiscal como el uniforme o bien armas de uso bélico. En todo caso, penalistas que litigan en el foro castrense estiman que lo más probable es que no sean castigados judicialmente.
El recurso presentada por las madres de los jóvenes está en manos de la justicia, quienes deberán investigar y esclarecer las graves denuncias.
