Expertos lo anuncian: se avecina un nuevo Baby Boom. Debido al coronavirus y el confinamiento, la cantidad de embarazos no deseados a nivel mundial podría llegar a los 15 millones. ¿Qué pasa con nuestra salud sexual y reproductiva en tiempos de pandemia? A continuación revisamos este complejo panorama.
Es cierto que la pandemia del coronavirus ha tenido repercusiones en todos los aspectos de nuestra vida. Mientras nos ocupamos de resguardarnos y evitar contagios, otros problemas surgen silenciosamente y generan preocupación en la ciudadanía.
Y es que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirmó que, de prolongarse el confinamiento por unos meses, cerca de 47 millones de mujeres no podrán acceder a métodos de anticoncepción y, por lo tanto, se proyectan alrededor de 15 millones de embarazos no planificados.
“Lo que está pasando con la salud sexual y reproductiva es gravísimo”, advierte Gloria Maira de la Mesa de Acción Social por el aborto y coordinadora de la Asamblea Feminista Plurinacional. “Postergar las atenciones de salud sexual y reproductiva durante tiempos de catástrofe tiene una enorme repercusión en la vida de las personas, especialmente en las mujeres y niñas. En el caso de Chile, este tipo de atenciones no están siendo consideradas como una prestación esencial”, agrega.
Entre los servicios que no se están priorizando, explica Maira, están las atenciones de pre y post natal, junto con el acceso a anticonceptivos, anticoncepción de emergencia y preservativos. “Esto no sólo puede provocar un boom de embarazos no deseados, sino que también aumenta las posibilidades de que mujeres se sometan a abortos clandestinos y, por lo tanto, riesgosos”.
De acuerdo a la información que han podido recabar a nivel de organización, señala, es que existe escasez de stock en la atención primaria de anticonceptivos y preservativos, además de la limitación de controles prenatales, manteniéndose sólo a niveles de urgencia.
¿Qué pasa con el aborto 3 causales?
Maira manifiesta una enorme preocupación respecto a la situación del aborto legal en nuestro país. Si bien hoy en día es posible interrumpir el embarazo bajo tres causales (riesgo vital, inviabilidad del feto y abuso sexual), la crisis sanitaria a obstaculizado estos procedimientos, haciéndolos aún más complejos.
Tal como explica Gloria, la detección se hace a nivel de atención primaria. Si no se realiza esa atención, entonces difícilmente se podrían detectar la inviabilidad del feto o el riesgo vital de la embarazada. “En el caso de violencia sexual, estas revisiones no se están haciendo. Y no se están haciendo en un momento en el que las agresiones sexuales evidentemente están en aumento”, acusa.
“Lo que tenemos es una catástrofe para la salud de las mujeres y cuerpos gestantes”, puntualiza.
