La participación en el diseño y formulación de las políticas públicas en Chile, sigue siendo un tema controversial, no existe un sistema de planificación que logre articular desde los territorios las demandas reales y sentidas de las organizaciones sociales, se presentan avances y retrocesos en su accionar político y de gestión
La intervención de lo público en el quehacer ciudadano no deja de ser en la actualidad un tema de estudio, por el contrario, es parte de la agenda de gobierno. En América Latina se han venido replanteando los procesos participativos en lo político y social con grandes avances y retrocesos. Por ello, se plantea revisar en los últimos tiempos el papel del Estado en la transformación social y de gestión en el ejercicio de los procesos participativos. Cuando se hace referencia al tema de la participación ciudadana, se habla también de la necesidad de perfeccionar la democracia, de aquella que va más allá del partido político como exclusiva forma de representación.
Para el Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo (2014), la democracia es el tipo de régimen político a través del cual los ciudadanos se gobiernan así mismo, el concepto de democracia se encuentra extendido y existen variantes en torno a las dimensiones que lo abarca, la democracia como régimen político, la democracia electoral, pero también se puede entender la democracia como una forma de organización de la sociedad que tiene como objetivo la expansión de la ciudadanía social, civil y política, acá es el ciudadano, en tanto individuo autónomo, el portador de derechos y quien participa en las decisiones de una comunidad democrática.
En Chile el sistema democrático, emanado por la constitución de 1980, es un sistema esencialmente representativo, se integran algunos elementos de la democracia directa, como lo es el plebiscito, la participación se materializa en la posibilidad de elegir a representantes de forma periódica para ejercer la soberanía, igualmente se ha instalado con fuerza en la discusión pública y en el imaginario ciudadano que las instituciones políticas resultan poco confiables y que su funcionamiento específico es deficiente, el escenario es complejo para los actores políticos, en tanto se cuestiona no sólo los resultados de sus acciones y decisiones, sino también la legitimidad de las mismas.
Las participación ciudadana en Chile se gesta en el proceso de transición postdictadura, busca institucionalizar los mecanismos de participación, haciendo énfasis en la “Participación Ciudadana desde la Gestión Pública”, a partir del año 2007 con el instructivo presidencial dictado en el primer gobierno de Michelle Bachelet, donde se incorporan los mecanismos básicos de participación en los órganos de la administración pública, posteriormente se promulga la Ley 20.500 sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública, aprobada después de seis años de discusión el 16 de febrero del 2011, entre los principales mecanismos de participación ciudadana se encuentran: Acceso a Información Relevante, Cuentas Públicas Participativas, Consultas Ciudadanas y Consejos de la Sociedad Civil, que busca la colaboración en la construcción de políticas públicas a nivel nacional o subnacional.
A partir de lo planteado, se insiste en indagar sobre los avances y desafíos de la participación ciudadana y su incidencia en la democratización de la gestión pública. La democratización consiste en construir las reglas del juego para las transacciones y el interés público general, por ello el papel del Estado debe responder a las exigencias reclamadas por los ciudadanos, en el ejercicio de una verdadera democracia directa. (Cunill, 1997; Restrepo, 1997). La democracia participativa promueve mecanismos e instancias que le permiten al ciudadano involucrarse en la toma de decisiones políticas, sociales y económicas, en cambio la democracia representativa no genera mecanismos, ni instancias que permitan al ciudadano involucrarse en las tomas de decisiones. En esta línea, se plantea que los activistas públicos-el Estado, la política, las organizaciones sociales, la academia y las comunidades tienen oportunidades para apoyar la democracia participativa, en tanto medio para fortalecer el tejido social. (Restrepo, 1997)
En este orden de ideas, se requiere impulsar procesos participativos en la búsqueda de legitimidad, transparencia y toma de decisiones en los asuntos públicos con participación de actores sociales. En la praxis existe una continua lucha por parte de los ciudadanos por encontrar una verdadera representatividad en los procesos participativos. Las principales vertientes de críticas al sistema son: a) Las limitaciones propias de los espacios de participación, b) Se cuestiona la formación de élites participativas, las que hacen predominar finalmente los intereses de los grupos organizados por sobre lo no organizados, y por lo tanto situaciones de “captura de los espacios públicos”, la existencia de la racionalidad de las políticas públicas, frente a la “racionalidad limitada” de la ciudadanía. (Delamaza, 2010)
La sociedad chilena demanda un real ejercicio de participación ciudadana, los mecanismos establecidos se orientan a una participación semi-directa, queda un vacío evidente de la participación en las etapas de la hechura de la política. La participación ciudadana, no es una alternativa a la democracia representativa, sino un complemento a la misma. La participación en el diseño y formulación de las políticas públicas en Chile, sigue siendo un tema controversial, no existe un sistema de planificación que logre articular desde los territorios las demandas reales y sentidas de las organizaciones sociales, se presentan avances y retrocesos en su accionar político y de gestión.
Actualmente, en el contexto del proceso constituyente se vienen incorporando propuestas orientadas al fortalecimiento de los mecanismos de participación ciudadana. De este modo, la sociedad civil tiene importantes desafíos para propiciar iniciativas para intervenir en reales procesos de democratización en la gestión pública en los próximos años.
Referencias citadas
Cunill, Nuria (1997) Repensando lo público a través de la sociedad. Nuevas formas de gestión pública y representación social. Caracas. Centro Latinoamericano para el Desarrollo (CLAD).
Delamaza, Gonzalo (2010) “Conflicto Político y Diseños Institucionales de Participación en el caso chileno”, Revista de Sociología, volumen N° 23.
Ley Sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública N° 20.500 (2011). Publicada en el Diario Oficial. República Política de Chile.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2014), “Auditoria a la Democracia”. Más y Mejor democracia para un Chile inclusivo, primera edición, impreso en Chile.
Restrepo, Dario (1997). Eslabones y Precipios entre Participación y Democracia.