Viernes, Marzo 29, 2024

Caso Fabiola Campillai: El historial de denuncias de maltratos y torturas de la Comisaría 14 de San Bernardo

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Cuatro días antes de que Fabiola fuera cegada con una lacrimógena percutada por el capitán Patricio Maturana, en un consejo de seguridad comunal el intendente Felipe Guevara fue advertido sobre los más de nueve casos de apremios ilegítimos que ya se habían denunciado en esta comisaría durante el estallido. Era una bomba de tiempo. El abogado de DDHH Miguel Yañez apunta al jefe de zona de Carabineros, Cristian Morgenstern, como uno de los principales responsables en las agresiones a civiles de la comuna.

Imagen de Fabiola Campillai

Noviembre de 2019. Los vecinos de San Bernardo venían acusando hace semanas la brutal represión de carabineros de la 14 comisaría. El retén está ubicado a pocas cuadras de la Plaza de Armas y, antes de la agresión que dejó ciega a Fabiola Campillai, ya contaba con denuncias por torturas.

El viernes 22 de noviembre, cuatro días antes del ataque a Fabiola, el jefe de zona de Carabineros, Cristian Morgenstern, debió enfrentar estas acusaciones y expuso frente la Comisión de Seguridad de San Bernardo. Dijo que los manifestantes que habían acusado torturas, no eran tales.



“En los días previos a lo ocurrido en Cinco Pinos, los carabineros de esa comisaría estaban actuando de manera organizada para reprimir, antes de disuadir las protestas. Lo mismo pasó en las semanas posteriores”, dice Miguel Yañez, abogado querellante en el caso de Fabiola Campillai.

La gente que conoce la población Cinco Pinos, sabe que es un lugar golpeado por su historia. Hace unos años se incendió una industria de molibdeno y luego brotaron varios casos de asma -y de otras enfermedades- en el sector. También dieron una ardua pelea para tener una estación en el proyecto Rancagua Express y no quedar aislados con las rejas perimetrales.

Durante el estallido hubo mucha represión, incluso Carabineros ingresaba a los pequeños pasajes y el humo de las lacrimógenas hacia imposible habitar las casas en la noche.

El 14 de noviembre, día de la conmemoración del asesinato de Camilo Catrillanca, más de cincuenta jóvenes y adolescentes fueron detenidos y golpeados. Ese día casi colapsa la 14 Comisaría, pues en las afueras del recinto policial se agolparon los familiares de los detenidos y llegaron más de cien personas a consultar por sus hijos e hijas. La mayoría fueron dejados en libertad por no existir delitos.

Al actual alcalde de San Bernardo, Leonel Cádiz, quién en esa época era concejal de la comuna, también expuso frente al Concejo Comunal de Seguridad Pública el viernes 22 de noviembre. Frente al intendente de Santiago Felipe Guevara advirtió sobre la conducta de Carabineros de la comisaría 14. A todas luces el retén policial era una bomba de tiempo.



Imagen de Sebastián Piñera en la inauguración de la 14ª comisaría de San Bernardo
Imagen del presidente Piñera saliendo de la inauguración de 14ª comisaría de San Bernardo (2018)


Cádiz le hizo ver al Intendente la necesidad de intervenir esta comisaría y le relató los más de nueve casos de apremios ilegítimos, con nombres, lugares y fechas.

“Le pedí que por favor se preocupara, que íbamos a terminar en una tragedia mayor. Siete días después fue cegada Fabiola Campillai por un disparo de lacrimógena. Nunca he terminado de concluir si es que hay una responsabilidad pública del intendente Guevara, porque Fabiola fue víctima de la acción policial de la 14 Comisaría de San Bernardo. Siete días antes se le advirtió al intendente de Santiago (…) La legislación dice que todo funcionario público tiene el deber de denunciar y hacernos cargo de cualquier falta o delito que conozcamos, sobre todo si tiene que ver en específico con nuestras funciones públicas. El Intendente tiene ahí un problema con nosotros pendiente”, explicó consultado por este medio.

La advertencia que se realizó al Intendente quedó registrada en el acta que se redactó con posterioridad a la reunión de la Comisión de Seguridad.

“Saludar al Intendente Felipe Guevara, estamos en tiempos de mucha violencia. Yo voy a condenar como lo han hecho todos, representantes y funcionarios públicos de San Bernardo respecto al fuego, respecto a la violencia, respecto a los que no es desobediencia civil ni protesta, sino lo que destruye y nosotros tenemos que buscar fórmulas en las cuales la sociedad civil se encuentre y la autoridad encuentre los caminos para buscar la paz.

Señor intendente yo le quiero pedir con todo respeto, usted que trabaja con el General Jefe de zona de Carabineros, que intervenga a la 14 comisaría de carabineros de San Bernardo, se lo pido por favor, sabemos que hay momentos de manifestaciones donde hay personas que ejercen la violencia, pero hay muchos vecinos, hay muchos jóvenes, hombres y mujeres que han sido víctimas de apremios ilegítimos, Intendente y es mi deber como representante público no ahorrarme este silencio, yo no me puedo quedar callado señor Intendente, y le pido que me escuche y abra una investigación.”, dijo Cádiz.

Audio de la intervención del ahora alcalde de San Bernardo Leonel Cádiz en la reunión de la Comisión de Seguridad

Cristian Morgenstern: El mayor de Carabineros que no se menciona en el caso Campillai

Desde el año 2018 que la 14 Comisaría de San Bernardo está a cargo del mayor de Carabineros Cristián Morgenstern. Es el jefe máximo, el alto mando del recinto, nada ocurre sin que él lo sepa. Entre las obligaciones de su cargo está determinar en qué sector estarán las patrullas, las guardias especiales de carabineros, y estar al tanto de cada uno de los piquetes que llega hasta las manifestaciones.

Imagen del mayor Cristian Morgenstern.

Quienes han trabajado con él conocen su “mano dura”, especialmente con los cabos. En silencio se habla el maltrato laboral que ha ejercido sobre los subalternos de la comisaría. Una figura de poder, que ha construido a base del temor que provoca entre los de menor rango.

Según un funcionario cercano a la comisaría, prueba del hostigamiento es que algunos de los carabineros que trabajan con él están con licencia, otros lo han denunciado.

Su aspecto físico es imponente, bordea el metro ochenta de estatura siempre con el pelo castaño claro peinado hacia el costado de manera prolija.

El autoritarismo del mayor de carabineros se habría intensificado aún más durante los meses de estallido social, especialmente al momento de reprimir manifestaciones en la comuna, fue vinculado directamente al caso de Fabiola Campillai.

“Había una manifestación en Cinco Pinos, estaban quemando un neumático, y por orden de jerarquía, porque él está a cargo de la 14 Comisaría, ordena al piquete a reprimir (…) Cuando pasó lo de Fabiola Campillai él supo altiro, porque estaba en la comisaría y lo primero que hace es esconder evidencia, cambia a Maturana y Fernández de comisaría para ocultarlos. Primero los cambió a la 62 y después a la prefectura del Maipo, para que no los investigaran y él siguió en la impunidad” explica Miguel Yáñez.



El abogado cree que la justicia no debe investigar solo a los funcionarios Maturana y Fernández, sino que también debe hacerlo con los altos mandos, quienes ordenaron reprimir en el sector de Cinco Pinos, con la intención de causar daño hacia los manifestantes, provocando miedo y terror.

Cristián Morgenstern ha negado todas las denuncias de tortura y golpizas de la 14 Comisaría, así como lo hizo frente a la Comisión de Seguridad pública en noviembre pasado.

 “Tenemos los vídeos de las cámaras de vigilancia de la municipalidad, y que gracias a eso también se acredita que el hombre sufrió una caída, vemos que sale caminando (de la comisaría), y una persona fracturada de dos piernas, de una costilla, ¿puede caminar? Que chistoso (…) Sale caminando. Dios es grande y también hay milagros porque en este lapso la persona estuvo muy grave y se fue caminando”, explicó ante la comisión.

Una de las situaciones más graves fue pérdida de la grabación que habría portado Mauricio Maturana, lo que podría seguir siendo materia de investigación en el caso.

“En participación de crímenes, Morgenstern tiene responsabilidad en todos los que ocurrieron durante el estallido social. Él es responsable en un tema de mando y de una causa es responsable como autor material en el caso de torturas. Esconde evidencia, obstruye a la justicia, usa los recursos públicos para beneficio propio”, comenta Yáñez.

Las prácticas de Morgenstern incluyen maltrato psicológico, verbal y acoso laboral, además obliga a los cabos solteros a dormir en la comisaría.

Morgenstern fue denunciado por hacer guardia privada a empresarios de San Bernardo, particularmente por ubicar carabineros de punto fijo en sus empresas.

Una de estas guardias especiales habría ocurrido en la Comercial Siad Taleb. La Prefectura de Carabineros Santiago Sur, abrió un proceso interno para investigar el uso indebido de funcionarios para fines particulares. Hasta la fecha, se desconoce si la denuncia fue derivada a un sumario administrativo.

Fue el medio Verdad Ahora quien informó sobre esta denuncia, además de otras irregularidades que se vieron reflejadas en las tablas de servicios, las cuales no indicaban la dirección exacta de la comercializadora, haciéndola pasar como un «minimarket de barrio» y no como una distribuidora de alimentos

Uno de los registros obtenidos por ese portal da cuenta incluso de que en febrero habría existido una «orden superior» de Carabineros para hacer «escolta de dinero» en la misma empresa.



Las querellas en contra de la Comisaría 14

Johans es un comerciante de San Bernardo y el 21 de noviembre participó en una marcha convocada en la Plaza de Armas de la comuna. Todo parecía tranquilo, la plaza estaba atestada de jóvenes y alrededor de las 19:30 llegó Carabineros a reprimir la manifestación. Comenzaron arrojar bombas lacrimógenas a las personas. En la esquina sur oriente de la plaza, en la intersección de las calles Freire y Prat, apareció un carro policial que hizo un intento de atropellar a un grupo de personas que corría despavorida, entre ellos iba Johans, quién les lanzó una botella y huyó durante dos cuadras hasta que fue alcanzado por efectivo de carabineros y derribado.

Una vez en el suelo, fue golpeado y pateado en distintas partes del cuerpo. En medio del ataque pensó lo peor, pero logró identificar a un hombre de piel y cabello claro de más de un metro ochenta de altura. Uno segundo policía le puso el pie en la cabeza aplastando su cráneo sobre el pavimento y un tercero puso su rodilla en el pecho impidiéndole respirar para asfixiarlo. Acto seguido fue arrastrado al carro policial y llevado a la 14 comisaría donde uno de los carabineros lo habría amedrentado con un “Te vamos a torturar”. Una vez sacado del auto, fue lanzado al piso y sufrió la primera herida en el cabeza.

“Me arrastran por el suelo, alejándome del vehículo y me vuelven a levantar del pelo, comenzando a golpearme, con puños y pies, entre tres o cuatro carabineros mientras otros dos o tres me afirmaban hasta que caía, siguiendo la golpiza en el suelo, para luego volver a ser levantado por el pelo por carabineros y reiterar toda la misma dinámica (…) Así es como en un momento caigo al suelo y ya no soy capaz de incorporarme rociándome con gas pimienta con el cual quedo temporalmente ciego, intoxicado y suman fuertes golpes en mi boca, lo que me hace sentir fuerte dolor de encías, sangrado y pienso que tengo dientes rotos, lo que se suma al golpe expuesto en la cabeza con gran sangramiento”, dice la querella por el delito de tortura en el contexto de lesa humanidad que recoge su testimonio.

Johan fue llevado al CESFAM Joan Alsina y luego trasladado de vuelta a la comisaría. Le ordenaron quitarse la ropa, solo quedó en ropa interior sin informarme el porqué de esta medida. En el calabozo tuvo mareos y vómitos. Sintió que su vida estaba riesgo y que si se dormía, podría morir. Pensó en su hijo para tener un poco de fuerza.

Horas más tarde fue entrevistado por un abogado y luego fue llevado a control de detención.

“Fui al consultorio Carol Urzúa, también de San Bernardo a constatar lesiones nuevamente (…) Producto de las torturas y apremios ilegítimos quedo con heridas en la cabeza, boca, fractura de dos dientes, y contusiones en diferentes partes del cuerpo”, agrega el mismo documento.

***

Lunes 9 de marzo de este año. Los transeúntes caminan apresurados por las calles cercanas a la Plaza de Armas de San Bernardo, la gente se cubre con lo que tiene al alcance para resistir a los efectos de las bombas lacrimógenas: bolsas de retail, abrigos, o el cuello de la polera o blusa que llevan puesta. Carabineros se enfrenta con algunos manifestantes, mientras el resto trata de continuar su vida normal, realiza trámites o compras en el centro de la comuna.

Montserrat, de 15 años, junto a su hermana Anaís, habían quedado de entregarle una mochila a una amiga. Fijaron como punto de encuentro el frontis de la Municipalidad. Cuando se disponían a regresar observaron que poco más allá había manifestaciones y que adquirían fuerza. Se sentaron en las escaleras a mirar. En eso estaban cuando Anaís sintió el sonido de un disparo y se protegió por inercia. El estruendo se escuchó muy cerca. Al abrir los ojos vio como un grupo de personas la observan a ella y a su hermana. Anaís voltea y ve a Montserrat en el suelo, cubriéndose el rostro con las manos.

Había sido impactada por una bomba lacrimógena.



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Anaís comienza a gritar con desespero. Como puede, toma a su hermana y la aleja del gas que humea. Pide ayuda insistentemente, hasta que llega un equipo de Cruz Roja junto a un grupo de Derechos Humanos. Ambos ayudan a contener la sangre y asisten a la menor herida. Anaís se acerca a Carabineros y los increpa por lo que acaba de suceder.

Los uniformados le restan importancia y le dicen que se ocupe de su hermana. No hubo ninguna advertencia, nada que pudiese avisarles que estaban en peligro. Montserrat fue trasladada junto a su hermana al Hospital Parroquial de San Bernardo.

El diagnóstico verbaliza el horror: la joven terminó con una herida en el rostro, además de una contusión y hemorragia nasal. Se salvó de algo peor, la lacrimógena había rebotado en un poste metálico antes de golpear su cara.

La querella presentada por su madre busca que aquellos que resulten responsables, sea en calidad de autores, cómplices o encubridores, reciban una pena de presidio mayor en su grado medio por el delito de lesiones graves gravísimas.

El 24 de enero los carabineros de dotación de la 14 Comisaría de Carabineros de San Bernardo declararon por el caso Campillai en la Brigada Investigadora de Delitos Contra los Derechos Humanos, ubicada en calle Avenida Condell, hasta allí llegaron el Capitán Jaime Fernández Sepúlveda, Teniente José Garrido Osorio, el Subteniente Edgar Maldonado Vera y el Subteniente Nelson Zentenos Márquez.

En ese tiempo las denuncias ya apuntaban al uso desmedido de bombas lacrimógenas, perdigones disparados a la parte superior del cuerpo y a la detención indiscriminada de menores de edad como en este caso. Situaciones que incluso siguieron después de lo ocurrido con Fabiola Campillai.

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