Alejandro Escobar, director de Salud de Valparaíso: “La gente no tiene que ir a hacer un doctorado en salud pública para darse cuenta que se la están jodiendo”

Alejandro Escobar

En conversación con La Voz de los que Sobran, Alejandro Escobar, director del Área de Salud de la Alcaldía ciudadana de Valparaíso, repasó las principales aristas de su reciente candidatura a diputado por el distrito 7, poniendo en perspectiva la crítica realidad nacional en el ámbito de la salud y las condiciones de vida que enfrentan las personas.


Teoría y práctica son dos conceptos íntimamente ligados a la vida de Alejandro Escobar. No se trata solo de aspectos del mundo académico o laboral, sino también de su historia vital, como así lo define. Hijo de una profesora normalista y desde sus inicios intentando trazar su propio camino en ambientes vulnerables, el antropólogo, director de la Alcaldía Ciudadana de Valparaíso, bajo el alero de Jorge Sharp, encontró la convergencia de sus ideales en su reciente candidatura de independiente por el distrito 7, buscando obtener un escaño como diputado.

En distendida entrevista con La Voz de los que Sobran, Escobar reflexiona sobre las actuales condiciones de vida de los chilenos y chilenas a los largo de todo el territorio en el ámbito de la salud, abordando las principales tensiones entre la salud pública y la privada, el modelo neoliberal imperante y sus contradicciones, y las fricciones políticas suscitadas tras la denominada Revuelta Social del 18 de octubre de 2019, con todas las consecuencias políticas y coyunturales que implican.

Si tuviéramos que hacer un balance de las áreas más críticas del sistema chileno y también de salud ¿Cuáles son las más relevantes para ti y cómo se integran a tu campaña?

-Yo creo que uno de los grandes problemas el Estado neoliberal, lo atribuyo a dos aspectos que creo que son los que han hecho crisis en los últimos años, el primero es la ausencia de un modelo de protección social, uno de verdad, que realmente garantiza derechos sociales básicos a la ciudadanía (…) veo ahí uno de los principales problemas y contradicciones que tiene el Estado Chileno. Lo otro tiene que ver con un aspecto económico, que efectivamente el Estado renuncia a dos acciones fundamentales, uno que es el rol protector y el otro el rol productor. Por lo tanto, deja la protección al individuo con un ethos y una ideología individualista del “sálvese quien pueda, por un lado, y por otro con esta imagen que le llaman los norteamericanos, del Self-made man, que el hombre se hace a sí mismo, y que el hombre es exitoso y que puedes llegar hasta donde tú quieras y solo es cosa de proponérselo, yo creo que ahí hay un vacío y una contradicción (…)Ese mantra que se nos ha venido repitiendo por más de 30 años ha evidenciado muchas crisis, y la última de estas es la del 18 de octubre donde queda en evidencia que el crecimiento económico, como otrora fuera la campaña de Ricardo Lagos, crecimiento con igualdad, el crecimiento no va de la mano con la igualdad, el crecimiento es a costa de la desigualdad, y esa desigualdad va creciendo mucho más que el crecimiento económico y va generando hambre, delincuencia, abandono, zonas de sacrificio y un aumento en las enfermedades, que muchas veces las personas en lugar de evitar las enfermedades piden más hospitales. Creo que ejemplos como los de Freirina, ejemplos como los de los Humedales o lo que pasa al interior de nuestra Región de Valparaíso con las paltas, que al final lo que hay es un uso irracional de los recursos que pone en riesgo la vida de las personas y las condiciones de la reproducción de la vida, y eso, si bien puede estar legitimado desde un mantra de producción capitalista, tiene un límite, y es que es tan devastador que ni ello mismos después podrían recuperar esas condiciones de producción al mediano y largo plazo. entonces todas estas grietas y crisis que tiene el modelo impactan en la salud.

Para Escobar, el concepto de salud no se encuentra ligado a la mera atención en el box o la estancia en el pabellón de un centro de salud, sino que se extiende más allá, a una base mucho más amplia que contempla diversos factores enraizados en las políticas públicas que sustentan el diario vivir en Chile. Se trata de vida, de cómo el sistema político y económico es capaz de propiciarla o coartarla con sus medidas.

“Para mí la salud no es sinónimo de enfermedad, y por ende, pensar en la salud con un visión integral sobre las condiciones en las que vivimos para poder vivir saludables”, dice, agregando que debe ser algo pensado sobre en enfoque sistémico, preventivo e integral.

“Yo lo digo medio en broma de repente, pero es hacer una analogía de la vida con los cementerios, no hacemos esa analogía, nadie está pidiendo mayor cantidad de cementerios ni salimos a la calle con carteles con consignas de ‘más cementerios’, pero mucha gente sale con consignas de ‘más hospitales’, al final más promoviendo la enfermedad que la salud, y eso es un tema cultural, por un lado, de la noción con la que entendemos la salud y también de cómo la vivimos, y es un tema estructural que tiene que ver con la determinación social y económica de la salud”, dice aduciendo a factores como la industria alimentaria, donde, a su juicio, los puntos determinantes para la elección de productos que constituyan una alimentación óptima están supeditados a los alimentos que la gente puede pagar o a las preferencias basadas en elecciones vinculadas a las preferencias. Para revertir este efecto plantea propuestas como la regulación de precios o la eliminación del IVA a productos que constituyan una canasta básica familiar protegida para que las personas puedan acceder a los productos saludables de forma “baratísima”, dice, además de castigar, económicamente a los productos poco saludables.

Luego, centra su interés en las condiciones de vida ligadas a las condiciones de vivienda. Nuevamente, dichos aspectos se encuentran enlazados a las posibilidades económicas de las personas.

“Las condiciones de habitabilidad también impactan en la salud de las personas, entonces, todos los inviernos, era común, hasta antes de la pandemia, tener los sistemas de salud saturados con bebés y adultos mayores con serios problemas respiratorios y que llegaban directamente a las urgencias, y el gran factor asociado a ese tipo de cuadro tiene que ver con las condiciones de ventilación y calefacción de las viviendas, entonces, adultos mayores que se calefaccionan con braseros, con carbón, que generan una toxicidad que afecta a sus sistema respiratorio… o respiran mal o mueren de frío. Cuando eres pobre no tienes otra opción, y estás siempre tomando decisiones al límite (…)”

Insiste con el tema de la alimentación para ilustrar una de sus principales propuestas a instalar en el parlamento, aduciendo que “dentro de las propuestas me gustaría incluir proyectos de ley que precisamente pudieran intervenir en la industria alimentaria, para asegurar una alimentación saludable para las familias que más lo necesitan, creo que hay que proponer proyectos de ley para mejoras en las viviendas y condiciones de habitabilidad (…)”, comenta.

Asimismo, se refiere a otro de sus ejes centrales, que incluye la legalización de la marihuana para uso medicinal y recreativo, exponiendo los principales beneficios de avanzar en una legislación que retire el estigma que hoy existe sobre la sustancia.

“Chile adoptó la política de drogas de Estados Unidos: Guerra total y tolerancia cero a las drogas. Y declarar a la marihuana como una droga de escala, es decir, que la marihuana nos lleva a la cocaína, a la pasta base y a la muerte… Pero la evidencia lo que ha ido sosteniendo es que el consumo no abusivo de marihuana no genera ningún escalamiento a otras drogas, la legalización de la marihuana para uso recreacional disminuye la asociación a actividades ilícita (…) Ahí hay un tema que me interesa también regular, y sobre todo, promover la marihuana para uso recreacional”.

¿La despenalización y la regulación llevan a un mayor control de la situación?

-Así es, y a la descriminalización. Y hablando de desarrollo económico, hay otro factor que es sumamente importante en salud, que es la idea de llevar ante el parlamento la experiencia que desarrollamos e Valparaíso de la Red de Salud Popular (…) 

Hay una carta de Red Salud, dependiente de la Cámara Chilena de la Construcción que enviaron a la Red Salud de Valparaíso quejándose por el supuesto uso de la marca, te quería preguntar, frente a eso ¿Cómo ha reaccionado el sector privado en Salud?

-Han reaccionado como pensamos que iba a reaccionar, el modelo de servicios populares que desarrollamos en Valparaíso pretende resolver, a propósito de lo que conversábamos al principio, entre un mercado desregulado, un mercado criminal de la salud, que te cobra lo que no te debería cobrar, en insumos, en prestaciones, en medicamentos, versus un sistema de salud público precarizado al que tú no puedes acceder, porque ese es el problema, que todos se quejan que está disponible para todas y todos, pero tiene un problema de oportunidad, entonces, tú logras esa prestación después de meses -Dice aduciendo a los extensos periodos de espera- Y por lo tanto, mientras eso ocurre, tú tienes que resolver tus temas de salud, y lo que hacen la mayoría de los chilenos y chilenas es recurrir al sistema privado, endeudarse porque no tienen la plata para pagarlo, y aumenta el gasto del bolsillo. Eso es lo que nosotros decidimos intervenir. 

Añade que, en lugar de externalizar el servicio a privados, prefieren integrar esos servicios al sistema público, y conciben los recursos sin una lógica capitalista de solo producir para ahorrar recursos a la gente. Cuenta cómo crearon su propio laboratorio clínico para acceder a los mismos recursos que se asignan para la externalización de servicios. “No se trata de generar riqueza para que unos pocos se queden con ella, lo que nosotros hacemos es resignificar los recursos (…) contribuimos a disminuir el gasto de bolsillo para las personas”

Con estos antecedentes sobre la mesa, Alejandro Escobar lanza una punzante crítica no solo a la empresa dependiente de uno de los organismos gremiales más poderosos del país, sino también a las tensiones entre el mundo de la salud pública y la privada, fustigando de paso la precaria realidad que se vive en buena parte de los centros médicos del país.

“Por eso estamos muy asombrados por la reacción que tuvo Red Salud, es una empresa perteneciente a la Cámara Chilena de la Construcción, y un estudio de abogados nos envío hace un par de semanas atrás una carta diciéndonos que no podíamos ocupar la palabra ‘Red Salud’, que teníamos que eliminarla de las redes, de todo, que dos colores que ellos usan, además, están en la paleta de colores de Red de Salud Popular y que nos pedían que les entregáramos el dominio de redsalud.cl, quedamos, en primer lugar, asombrados, porque creemos, que de fondo, como hipótesis, y lo voy a poner en condicional, creemos que habría una suerte de amenaza hacia esta Red de Salud Popular que ha ido creciendo, que ha ido avanzando, y que lo que está estableciendo, en el ámbito local, de facto es una política de regulación de precios que todos los chilenos necesitamos. El que nuestros servicios populares presten servicios a más bajo precio lo que hace es invertir esta tendencia desregulada de que todos compiten y se van coludiendo para que el precio vaya aumentando, lo que nosotros hacemos es que el precio baje, para que las personas puedan tener un acceso a los beneficios. (…) Estamos metiéndonos en la pata de los caballos porque, en salud, en general, todo el mundo discute de cuánto debería recibir el Hospital o de cuánto debería recibir el Cesfam, nadie discute de los precios que deberíamos todos los chilenos deberíamos pagar (…) En las clínicas, todo el mundo ya cachó, cuando les pasan la factura y le cobran carísimo una jeringa, todos los insumos médicos y nadie reclama, y eso, entre comillas, es un robo, es un precio usurero (…) La deuda no es un problema para ellos, es un negocio, y eso es de lo cual la gente ya se aburrió y la gente no tiene que ir a hacer un doctorado en salud pública para darse cuenta que se la están jodiendo”.

De ello se desprende una de las condiciones más imperativas para fortalecer el sistema de salud chileno, y es que, a su juicio, con el paso de los años este ha ido quedando relegado en materia legislativa, rastreando como último cambio importante la reforma hecha bajo el gobierno de Ricardo Lagos en la materia, situación que, debido a la falta de actualización y atendiendo a las nuevas necesidades, solo ha precarizado la red chilena de salud pública.

“Necesitamos una nueva reforma en la salud, la única reforma que hemos tenido, en forma consistente, fue la de Lagos en el 2000, que no ha vuelto a reformarse después de 20 años, seguimos con los resabios de esa reforma, y es una reforma que no logró efectivamente equidad en salud (…) por eso creo que es importante que llevemos al parlamento propuestas que reformen la atención primaria en salud y la pública (…) Para quienes no lo saben, por cada ciudadano inscrito en un Cesfam, nosotros recibimos $8000 pesos, hasta antes de la pandemia eran $6000 por persona inscrita, si uno saca la cuenta, $8000 por 12 son $96.000 pesos anuales ¿Con eso para qué le alcanzaría a cualquier persona en el sistema privado? Y el sistema público debe resolver todas las necesidades con 96 lucas”.

De igual forma, y aduciendo a la falta de una visión integral y colectiva sobre el ámbito de la salud, comenta que los modelos de los Cesfam están siendo reformados sobre la base de sistemas individuales de salud y no en modelos colectivos por presión, y se termina convirtiendo en “hospitales chiquititos”, simplifica, añadiendo que “nadie vive solo, todos vivimos en sociedad”.

Para hacer un perfil, pero si tuviéramos que pensar en 3 vivencias o áreas de tu vida que hayan definido tu persecución por el bien común y porqué incurrir en la política ¿cuáles serían?

-“La primera es una experiencia vital con mi madre, que es una profesora normalista rural, que marcó mi formación, fui estudiante en escuelas rurales y públicas acompañando la formación docente de mi madre, que se desempeñó siempre en sectores vulnerables y fue una de las primeras cosas que me marcó, de ver cómo la educación sí sirve en contextos de vulnerabilidad, la segunda tiene que ver con mi experiencia en la secundaria, en la época de los 80’s, en plena dictadura, yo estudié en el Instituto Nacional y con 12 años presencié las primeras protestas y represiones brutales de cómo golpeaban a la gente brutalmente en la calle sin respetar la edad (…) Me marcó la experiencia de las luchas sociales, por las necesidades de libertad y democracia, de participación (…) haber vivido muchas veces la represión en el cuerpo, que marca también lo que soy. Y un tercer elemento que me define y que tiene que ver con una maduración y no tanto con un aspecto emotivo como el que estoy compartiendo contigo, que es cómo construir y ser parte de proyectos de sociedad que efectivamente apelan a la democracia, a la equidad y a la justicia, creo que eso es lo que me ha movido desde joven hasta ahora que me sumé al movimiento de la alcaldía ciudadana (….) Lo que me motivó principalmente para venirme a Valparaíso como director de salud es precisamente combinar el saber con el hacer. Creo que ese es el gran desafío que tenemos los que más practican que piensan, el practicar pensando, y los que piensan más que hacen, es combinar la sociopraxis, que es el pensar y combinarlo con hacer lo que pensamos o sentimos en un contexto histórico crucial”. 

Dentro de su léxico es frecuente encontrar el concepto de “correr el cerco”, como una frase con la que pretende hacer que la gente tenga mayor participación en las instituciones. Con lo anterior, más una serie de medidas como la de transformar el parlamento a un Congreso unicameral, pretende un cambio de óptica que quite los foco sobre la democracia representativa y la reformule sobre uno de democracia vinculante.

Este punto es de vital importancia para Escobar, que, a modo de compresión enumera sus tres principales propuestas para modificar el parlamento, siendo estas:

-Cambiar la relación entre la gente, que se abran mecanismos de participación consultiva, y que la gente no tenga que acatar las decisiones de su “representante”, a pesar que dicho concepto puede ser de cogestión. Habla de instrumentos de participación efectiva para dar a la gente más poder y soberanía sobre sus propios territorios, destaca problemas como las manifestaciones en contra de empresas instaladas por la ausencia de participación ciudadana.

-Que los diputados sean portadores de iniciativas populares de ley, es decir, que cualquier ciudadano pueda proponer cambios a la legislación y que estos sean canalizados en el parlamento, con legitimidad de ser aceptadas o rechazadas en el órgano legislativo.

-Que las iniciativas populares de ley sean el barómetro par evaluar la gestión de un parlamentario, y que si estas no se cumplen, que se incurra en el mandato revocatorio. Que los parlamentarios no sean intocables. Que los parlamentarios pongan los cargos a disposición una vez la Convención Constituyente defina el futuro del parlamento. Si el parlamento es unicameral se debería llamar a elecciones por tratarse de nuevas condiciones.

En tu biografía y dentro de tu propuesta hay dos conceptos que tienen mucho peso, que son la Revuelta Social y el Acuerdo del 15 de Noviembre ¿Qué representan cada uno de esos dos conceptos para ti”

-Yo creo que la revuelta social que se inicia el 18 de octubre representa el fin de un ciclo, de la vieja política, no es solo el fin del neoliberalismo, creo yo, que demuestra ser un modelo que no es factible ni sostenible, que no resultó, que la promesa que construyó y que no resultó, que pasaron varias generaciones con el cuento de que todos podíamos ir a la universidad y que al final terminamos todos endeudados, los jóvenes tienen muchas dificultades para encontrar trabajo, que no tienen para comprarse un auto o una casa… Entonces, todas esas fantasías, porque son puros relatos, se van cayendo. Ese Chile moderno y desarrollado con gente haciendo bingos para poder acompañar a sus familiares, amigos y vecinos para poder hacer una operación, yo creo que el 18 de octubre lo que termina no es solo esa vieja política, termina un relato, una historia que nos habían contado durante 30 años, y es un cuento que hoy nadie se lo cree, como cuando nos cuentan cuentos cuando somos niños, ese cuento ya no existe. Y por otro lado emergió una consciencia del “no más”, de los derechos, de primar la vida, porque lo que se estaba poniendo en riesgo con este nivel de inequidad es que hay miles de personas que siempre están al filo del la enfermedad, al filo de la muerte, al filo de la delincuencia, el hambre y la pobreza, y creo que todos tomamos consciencia sobre la frase de “Chile despertó”, que despertó por más justicia, más equidad, por más respeto a la diversidad, por más respeto a las mujeres, hubo un despertar que es casi cultural, y marca un cambio de época del cual estamos viviendo los primeros pasos.

Foto: Acuerdo del 15 de Noviembre 2019.

“El 15 de noviembre me dolió mucho porque creo que el 18 de octubre se va abriendo a  una nueva posibilidad, a un nuevo relato, la democracia del sistema político empieza a abrirse, surgen nuevas actorías y nuevas voces (…) Y aparece un acuerdo por arriba que dice “abrámonos pero no tanto”, y volvemos a un momento muy parecido a lo que fue el plebiscito del 88, guardando las proporciones, estábamos en otra época, pero en el fondo son búsquedas de salidas pactadas para evitar ¿Qué?¿La democratización de la sociedad?¿Para volver a reproducir nuevas élites? ¿Para que cambiemos todo para que nada cambie? Ese era el desafío que teníamos, y viene este pacto desde la institucionalidad que en esos momentos más desprestigio tenía (…) Y son ellos mismos los que cierran el ciclo, y dicen que no va a haber una Asamblea Constituyente, que va a haber una Convención constitucional porque eso es lo que ellos han negociado entre los partido, y que le imponen  a la sociedad la serie de condiciones sobre las cuales nos vamos a manejar hasta que emerja una nueva Carta magna (…) (Tras ello salió del Frente Amplio) No creemos que haya sido un buena salida, se estaba hipotecando, y se estaba evitando que un sector de la sociedad pudiese entrar al parlamento, por eso en esta candidatura jugamos con los conceptos de tomarnos el parlamento, que el pueblo entre al parlamento, para reformarlo y que se ponga a disposición de la ciudadanía (…) Creo que hay que cambiar el sistema económico que es el que, en su base, genera y produce todas las desigualdades que estamos teniendo, y que mientras no haya un cambio en el sistema económico, difícilmente vamos a poder tener una sociedad justa e igualitaria. Si tenemos un modelo extractivista, un modelo capitalista desigual, que paga mal los salarios, que extrae plusvalía, que no genera riqueza para las comunidades, un modelo que permite que la extracción extranjera no page ni uno, donde no hay royalty minero, donde los puertos no tributan a sus ciudades -Dice sabiendo que en su propuesta hay una ley de puertos que se propende a incrementar los ingresos de las locaciones en que se ubican- Los lugares de mayor productividad económica son los que generan la mayor pobreza en su entorno, y más encima dejan la escoba en el medio ambiente”.

¿Por qué crees que eres el mejor candidato y qué aristas dentro de tu carrera reflejan eso?

-No sé si soy el mejor, pero sí creo que soy un buen candidato para poder proponer ideas innovadoras, soy un buen candidato para poder traducir muchas expectativas que han sido señaladas en el proceso constituyente a través de proyectos de ley bien concretos que permitan correr el cerco en el Parlamento. Soy un buen candidato para expresar a un mundo independiente que no logra hoy estar en el parlamento así como lo está el mundo independiente en la Convención Constitucional (…) Creo que también puedo ser un muy buen candidato para generar vínculos con las comunidades a través de iniciativas populares de ley, con mecanismos donde más que ir a proponer de manera individual, ir a buscar las propuestas que Chile necesita para el cambio, y creo que también puedo ser un buen candidato para llevar la visión de los gobiernos locales, los territorios, y sobre la salud en particular, con propuestas concretas de cambio. Por eso pienso que una candidatura como la que yo podría representar puede hacerse cargo de proponer muchas mejoras en materia de salud, donde son pocos los parlamentarios que han impulsado efectivamente propuestas significativas de cambio en los últimos 4 años (…) Puedo representar una manera de entender la salud que no es una manera que se me ocurre, producto de mi background académico, sino que puedo traducir mucho de lo que es la producción de conocimiento a propuestas concretas y que puedo representar ese sentir de la desigualdad, así como yo también lo viví en mi historia vital, no es algo a lo que yo esté ajeno ni de lo cual me sensibilizo solo desde lo intelectual, sino que es parte de mi historia vital. 

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