Para ejemplificar cómo ocurren los ataques a la Convención, podemos referirnos a dos hechos recientes, uno es la “investigación periodística” del “carrete desenfrenado” de la cual no conocemos nombres de fuentes y que ha sido desmentida totalmente por el hotel en cuestión y el “reportaje a fondo” mostrado la noche del domingo en un canal de televisión y donde, nuevamente, se hizo referencias a las asignaciones de la constituyente.
Durante el 23 al 26 de noviembre, la Convención Constituyente sesionó en la Región del Biobío. Este proceso, profundamente democrático y descentralizador, no apareció en las grandes planas ni en la TV por el histórico trabajo realizado. Al contrario, se omitió casi en su totalidad e incluso, una “investigación periodística” difundió una supuesta fiesta que fue viralizada por todos los medios de comunicación tradicionales sin siquiera chequear las fuentes.
Fueron 4 días en que la Convención Constituyente sesionó en las Región del Biobío, y donde incluso una comisión llegó hasta Ñuble. Las distintas comisiones del órgano visitaron 16 comunas en el Biobío y recibieron 144 audiencias públicas. Además, participaron de cabildos ciudadanos y encuentros constituyentes.
Las y los convencionales se empaparon de la realidad, esa realidad que tanto se les critica a la clase política en general por no conocer. Escucharon con atención los problemas de miles de personas que viven bajo crisis hídrica producto del saqueo empresarial y cómo las grandes mineras amenazan la vida y el medio ambiente en la zona.
Las distintas comisiones no solo sesionaron en el gran Concepción, sino que, día tras días, viajaron cientos de kilómetros, algunos viajes incluso de más de tres horas, para llegar a cada rincón posible de la región. A todos los lugares donde llegaron a sesionar, fueron recibidos por las autoridades locales y comunidades del territorio con alegría y esperanza. Exactamente todo lo contrario a lo que señala la prensa tradicional respecto al sentir de la ciudadanía en torno al proceso constituyente.
Todo lo anteriormente señalado, no apareció en los medios de comunicación tradicionales. Sin embargo, lo que sí apareció, y con mucha fuerza, fue la información que publicó un medio de comunicación y que incluso se discutió por largas horas en la TV abierta; un desenfrenado carrete en el que habían participado un grupo de convencionales. Información totalmente falsa y desmentida incluso por el hotel donde, supuestamente, habrían ocurrido los hechos.
¿Por qué los medios difunden información falsa acerca del proceso constituyente?
En Chile, históricamente, los medios de comunicación tradicionales han sido meros relacionadores públicos de los gobiernos de turno e incluso, en los años más oscuros de este país, avalaron montajes para justificar la represión, tortura y muerte. En democracia, el hecho no ha variado mucho.
Cuando Salvador Allende llegó democráticamente a La Moneda, los empresarios y la reacción fascista se aglutinaron tras El Mercurio para desestabilizar el Gobierno Popular e incitar al Golpe de Estado que terminaría ocurriendo el 11 de septiembre de 1973. Guardando todas las proporciones, tanto del proceso histórico como social, hoy nuevamente una minoría asustada por perder sus privilegios se esconde detrás de los medios de comunicación empresariales para desestabilizar uno de los procesos más democráticos en la historia de Chile: la Convención Constituyente.
Constantemente hemos podido observar cómo se han difundido noticias falsas, apoyada por la ultraderecha al interior de la Convención, y que han sido incluso viralizadas por el propio Sebastián Piñera, quien está en calidad de imputado por el caso Dominga y siendo investigado por las graves y masivas violaciones a los derechos humanos ocurridas en su mandato. A pesar de su poca capacidad moral, no ha dudado un segundo en ser parte de las constantes fake news para atacar al órgano constituyente.
El parlamentario UDI Sergio Bobadilla, el empresario Sergio Melnick y el candidato ultraconservador José Antonio Kast, fanáticos pinochetistas, son quienes liderado el ataque con información falsa para desprestigiar al órgano constituyente a través de redes sociales.
Para ejemplificar cómo ocurren los ataques a la Convención, podemos referirnos a dos hechos recientes, uno es la “investigación periodística” del “carrete desenfrenado” de la cual no conocemos nombres de fuentes y que ha sido desmentida totalmente por el hotel en cuestión y el “reportaje a fondo” mostrado la noche del domingo en un canal de televisión y donde, nuevamente, se hizo referencias a las asignaciones de la constituyente.
En el reportaje, que fue acompañado de una música de tensión que nos podría llevar a pensar que se trataba de un robo fraudulento a las arcas estatales, así como los bullados casos del Pacogate o Milicogate, que alcanzarían los $50 mil millones de pesos defraudados. Sin embargo, se mostró información disponible en la página oficial del órgano y totalmente transparentada para quien quiera revisarla.
En el mismo reportaje, se emiten juicios de valor respecto al por qué hay convencionales, madres especialmente, que podrían recibir hasta 7 UTM mensuales por estar a cargo de hijos menores de 14 años. Lo que la pieza audiovisual omite es que, tanto en el ex Congreso Nacional, como en la mayoría de las instituciones estatales, no están pensados ni habilitados para quienes por opción decidieron ser madres y, una vez, vuelven hacer invisibilizadas y, lamentablemente, criticadas por el hecho de ser responsables de un menor de edad.
En la práctica, se siguen viendo las salas cunas y jardines infantiles dentro de los espacios laborales como un beneficio y no como un derecho en el sistema laboral, porque muchas veces, por no contar con un espacio, son las mujeres quienes se quedan relegadas e invisibilizadas dentro del trabajo y en los espacios de tomas de decisiones.
Al mismo tiempo, el reportaje entrega como algo exclusivo lo que las y los constituyentes gastan por el concepto de asesorías. Entregan una cifra que, a ojo de cualquiera, podría pensarse que va dirigido a una sola persona, puesto que no hay un desglose de ese gasto. Sin embargo, basta con una rápida lectura en la página de la Convención para darse cuenta de que, en su mayoría, estos gastos, que rondan los 2 millones, van dirigidos a equipos completos y que son fundamentales para la participación ciudadana en el proceso.
Tanto la “investigación periodística como el “reportaje a fondo” se emitieron durante la semana pasada. Semana que estuvo marcada por el histórico proceso descentralizador llevado a cabo por la Convención Constituyente y que buscaron opacar en base a información falsa y a la tergiversación de la misma.
Los medios de comunicación tradicionales, fieles a su estilo y a la desconexión con la ciudadanía que quedó de manifiesto a partir del 18 de octubre de 2019, han intentado levantar una agenda noticiosa sobre el proceso constituyente en base a la tergiversación de la información o a solo una parte de este. A pesar de sus intentos, hoy existen canales y mecanismos para seguir de cerca el proceso y participar del mismo. La información fidedigna también es un derecho.
¿Por qué el autor no nombra el canal de tv ni en esta frase que encabeza la columna ni después?: “el ‘reportaje a fondo’ mostrado la noche del domingo en un canal de televisión”. Leí en diagonal lo que seguía y perdí interés al constatar que no nombra al canal de tv. ¿Qué onda?, ¿por qué no?, ¿qué cuida?. Es periodista especializado en derechos humanos y memoria. “La información fidedigna también es un derecho”, dice al final.