Viernes, Marzo 29, 2024

Educación sexual en el Debate Constituyente

Compartir

El derecho a abortar es parte del conjunto de derechos sexuales y reproductivos, los que a su vez son una manifestación del respeto por nuestra autonomía y dignidad, por lo que es muy grave que haya candidatas y candidatos que nieguen el poder de decisión sobre el propio cuerpo, pero también es grave que se ponga como condición para discutir sobre aborto el nivel o la calidad de la educación sexual de las personas, ya que en nuestro país es precaria.


Que Santiago no es Chile, dice la frase popular, y eso es en parte lo que nos pasa a candidatas y candidatos en los distritos para la elección de convencionales constituyentes que no pertenecemos a la Región Metropolitana. ¿Por qué lo digo?, porque desde el viernes pasado hemos visto reproducciones de la intervención en un programa de televisión de la candidata a la Convención por el partido Evópoli Yuyuniz Navas, sobre educación sexual y despenalización del aborto que han generado todo tipo de comentarios en las redes sociales.

En regiones también tenemos lo nuestro, en mi caso como candidata del distrito 17 del Maule Norte he tenido la oportunidad de compartir espacios de conversación y debate en medios locales con otros candidatos y candidatas, en los que uno de los temas más recurrente es la despenalización del aborto.

A pesar de que nuestras intervenciones pueden pasar relativamente desapercibidas para quienes no están pendientes de la campaña electoral, como postulantes, a una labor tan importante como ser parte del órgano que escribirá el borrador de la Nueva Constitución que regirá el destino de nuestro país en las próximas décadas una palabra que debiera estar presente en nuestra mente en cada frase dicha es responsabilidad, y con mayor razón cuando se refiere al respeto de derechos humanos como lo son los derechos sexuales y reproductivos.

El año pasado se discutió en el Congreso el proyecto de ley de educación sexual integral, (en adelante ESI), el que fue rechazado el 15 de octubre con 71 votos a favor, 65 en contra y dos abstenciones, en dicha ocasión durante el uso de la palabra  en el debate en Sala fuimos testigos de frases como el proyecto va en consonancia con ideas progresistas, como el fomento del respeto de la diversidad y la no discriminación (la cursiva es nuestra), dejando en evidencia que un sector de nuestros parlamentarios y parlamentarias no ven con buenos ojos la inclusión de las diversidades sexuales y la eliminación de todo tipo de discriminación.

Traigo a colación este hito ya que este fin de semana participé en un programa radial con otros candidatos que también dejaron entrever su postura frente a la educación sexual integral y la consagración de derechos sexuales y reproductivos, que precisamente fue un deja vú de lo ocurrido en el Congreso con el proyecto de ley ESI.

Cuando se nos consulta sobre la posible inclusión del derecho al aborto en la Carta Magna hay que señalar que el derecho a abortar es parte del conjunto de derechos sexuales y reproductivos, los que a su vez son una manifestación del respeto por nuestra autonomía y dignidad, por lo que es muy grave que haya candidatas y candidatos que nieguen el poder de decisión sobre el propio cuerpo, pero también es grave que se ponga como condición para discutir sobre aborto el nivel o la calidad de la educación sexual de las personas, ya que en nuestro país es precaria, según la UNESCO que publicó el estudio La pedagogía de la sexualidad: procesos de planificación e implementación didáctica realizados por docentes en Chile en la educación sexual, actualmente se pone el acento en las conductas de riesgo, sin contenido relacionado con la afectividad.

Además, está comprobado que la educación sexual de amplio espectro ayuda a mejorar la salud sexual y reproductiva, lo que a su vez resulta en una reducción de las infecciones de transmisión sexual y de los embarazos no deseados.

Desconocer o ignorar la realidad sobre la ausencia o las condiciones en que se imparte la educación sexual actualmente y opinar sobre las decisiones que pueden o no tomar las personas sobre su vida sexual y reproductiva es una falta grave, a mi parecer, ya que sólo conectando con la realidad de quienes van a votar el 10 y 11 de abril podremos ser dignos o dignas representantes de la sociedad chilena actual que sí ve con buenos ojos mejorar las condiciones en las que ejercemos nuestros derechos, incluidos los sexuales y reproductivos.

Natalia González Cifuentes
Natalia González Cifuentes
Licenciada en Derecho (Abogada), Universidad Austral de Chile. Magíster en Asesoría Jurídica de Empresas de la Universidad de León (beca Erasmus Mundus), Magíster en Bioética de la Universidad Católica de Valencia. Actualmente está realizando el Doctorado en Derecho en la Complutense de Madrid.

Te puede interesar

Lo Último

¡Apoya al periodismo independiente! Sé parte de la comunidad de La voz de los que sobran.
Únete aquí

¡Apoya al periodismo independiente!

Súmate, sé parte de la comunidad de La voz de los que sobran. Así podremos seguir con los reportajes, crónicas y programas, que buscan mostrar la otra cara de la realidad, esa que no encontrarás en los medios de comunicación hegemónicos.