El ex dictador peruano Alberto Fujimori (1990-2000) falleció este miércoles (11/9), a los 86 años, debido a problemas de salud derivados de un caso de cáncer que padecía desde hace cuatro años.
La información fue revelada por su hija Keiko Fujimori, excandidata presidencial, en un mensaje en redes sociales en el que afirmó que “después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma”.
Alberto Fujimori gobernó el Perú durante diez años, entre 1990 y 2000. Aunque fue elegido democráticamente, tras vencer al escritor Mario Vargas Llosa en las elecciones de 1989, el político impuso un régimen autoritario a partir de 1992, cuando disolvió el Congreso para consolidar su autogolpe.
Violaciones a los derechos humanos
Los defensores del régimen de Fujimori afirman que el cierre del Congreso duró sólo unos meses, pero lo cierto es que la reapertura del parlamento sólo se adoptó después de que el dictador impusiera su propia constitución, en el año 1993.
Otro elemento que demuestra el carácter autoritario de su régimen fueron las diversas violaciones a los derechos humanos cometidas durante ese período, como las masacres en Barrio Alto (1991) y La Cantuta (1992), por las que fue condenado por los tribunales en los Años 2000.
Fujimori también fue declarado culpable de promover, durante su dictadura, un programa de esterilización forzada de mujeres que vivían en comunidades indígenas y en barrios pobres de Lima y otras áreas metropolitanas.
Casos de corrupción
El historial del fallecido dictador no sólo acumulaba condenas por crímenes de lesa humanidad, sino también por delitos de corrupción.
Los primeros casos que lo involucran surgieron a finales de los Años 90, cuando se investigaron transacciones realizadas por Vladimiro Montesinos, operador político vinculado a su gestión.
Las condenas judiciales por casos de corrupción se produjeron entre 2009 y 2018, lo que llevó al exdictador a acumular más de 50 años de prisión si sumadas todas las condenas en su contra.
Prisión en Chile
Fueron los escándalos de corrupción los que llevaron al fin de su dictadura. Tras dejar el poder, Fujimori pasó cinco años en Japón, país donde vivió gracias a su doble nacionalidad, hasta que decidió regresar a su país.
Sin embargo, antes de volver al Peru, el político hizo una escala en Chile, en noviembre de 2005, y acabó siendo detenido por Interpol cuando se estaba en una residencia de Santiago -la entidad policial afirma que tenía orden de aprehensión en su contra por delitos de corrupción durante años, la cual pero no pudo aplicarse mientras él estaba en Japón porque en el país asiático el político estaba protegido por una legislación que lo trataba como ciudadano japonés.
Quedó preso en Chile durante casi dos años, hasta que fue extraditado a Perú en septiembre de 2007. Su regreso también marcó el inicio de juicios por corrupción y violaciones de derechos humanos ante los tribunales de Justicia de su país.
Fujimori pasó la mayor parte de su condena en el Centro Penitenciario del Departamento de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional del Perú. Sin embargo, en diciembre de 2023, el gobierno de la presidenta Dina Boluarte le otorgó el beneficio del arresto domiciliario, con el que pudo pasar sus últimos días de vida junto a su familia.