El ex fiscal fue entrevistado en el programa Mentiras Verdaderas, donde abordó la formalización en Aysén a cerca de 800 militares, por un fraude dentro del Ejército cercano 3.000 millones que se usaron para pagar deudas privadas de funcionarios durante años. A su juicio, el problema está en la falta de control civil principalmente de los ministros de defensa en los últimos gobiernos.
“Es importante concentrarse en la orquestación de esta manera, que tiene que ver con creer que con platas del Estado se pueden reponer dineros con fines que no tienen que ver con fines efectivamente públicos. La segunda reflexión que haría es de nuevo la falta de control que tenemos en general sobre nuestras instituciones castrenses y Carabineros, porque esto no es algo que haya hecho una persona de manera oculta, burlando controles, sino que se da desde el seno completo del ejército y por eso se involucran tantos funcionarios, la dotación completa de la zona”, comenzó diciendo el abogado.
“La responsabilidad es del alto mando sin duda, pero qué pasa con la dirección civil, con el control civil. Uno dice ¿Qué hacían los ministros de defensa de la época? ¿A dónde estaban los Francisco Vidal, los Allamand y Los Ravinet? Eran los ministros de defensa en el periodo en que este fraude ocurría y probablemente uno habría esperado que hubiera controles mucho más estrictos. El ministro no está para ir hacer un brindis en un aniversario o participar de la parada militar, son actividades protocolares importantes, pero uno esperaría un control civil mucho más relevante de la institución y eso desgraciadamente no sucede”, agregó.
Gajardo asegura que si no existe un control civil sobre lo que está sucediendo en las Fuerzas Armadas no sería extraño que en cinco años se den a conocer nuevos fraudes. “No es tolerable que cada cierto tiempo estemos conociendo escándalos financieros con miles de millones de pesos involucrados”, concluyó.
El fraude se realizó a través de contratos a honorarios o pago de sueldos a personal en retiro y comisiones de servicios que no se llevaron a cabo, pero donde sí se efectuaron pagos como compensación por pérdidas económicas individuales a través del Fondo de Ayuda Mutua (FAM), un sistema informal que operaba en Coyhaique desde 1950.