El proyecto, que establece un estándar especial en relación con el manejo clínico y acompañamiento a madres y padres que hayan sufrido una muerte gestacional o perinatal, ya había sido respaldo por el Senado la semana pasada.
Por 11 votos a favor y ninguno en contra, se aprobó en la Comisión de Salud de la Cámara Baja–en su segundo trámite– la Ley Dominga, que busca crear un protocolo acompañamiento para madres y padres en caso de muerte gestacional o perinatal de un hijo o hija.
La propuesta busca que todas las instituciones de salud, ya sean públicas o privadas, cuenten con un protocolo universal en caso de muerte perinatal, con manejo clínico y acompañamiento psico-emocional acorde, para contener a la madre, al padre y al núcleo más cercano del nonato o mortinato fallecido.
Durante el debate, los legisladores coincidieron en la urgente necesidad de humanizar procedimientos sanitarios que muchas veces son rutinarios para los equipos de salud, pero que tienen un significado profundo para quienes se ven afectados.
Asimismo, los integrantes de la Comisión de Salud que analizaron la propuesta en detalle, relataron la sesión en que escucharon a la precursora del proyecto: Aracelly Brito, quien sufrió la muerte de su hija Dominga de 36 semanas de embarazo y denunció un trato deshumanizado en la clínica que la atendió.