Desde el municipio de Santiago se están evaluando cambio en el Instituto Nacional que apuntan a mejorar su gestión y el trabajo con el alumnado, las que en palabras del jefe de gestión institucional de la Dirección de Educación Municipal, Rodrigo Roco, apuntan a “fortalecer el vínculo del trabajo docente con los alumnos”.
La principal medida, según publica El Mercurio, sería disminuir el número de estudiantes que cada año ingresan al liceo en 7° básico. Se espera bajar la cantidad de 720 nuevos alumnos en ese nivel a 450.
La idea busca reducir el número de cursos, de 18 a 15 por nivel, y a los estudiantes por sala, que pasarán de 40-42 actuales, a 30.