El Covid fue la forma en que el futuro abstracto irrumpió en un presente enfermo
En medio de estéticas del asco, liderazgos rabiosos, industrias del otrocidio, consumos beligerantes, virus visuales y elecciones que han devenido en “laboratorios naturales” de las nuevas audiencias, el libro Nosotros contra Ellos (Siglo XXI, 2023) da cuenta de un nuevo régimen de polarización que expande una nueva fase de polarización cada vez más influyente en la intensidad de nuestros apegos y nuestros odios, impugnado los soportes emotivos del capitalismo de plataformas. En suma, la irrupción de los fenómenos políticos es convergente con el nuevo reparto multimediático, analógico y digital, de producción-circulación y atribución de sentidos.
La contemporaneidad post-fordista re-diagrama consensos de plataformas y estrategias de “participación” que se agravan en tiempos electorales. La polarización se ha vuelto pregnante y la interacción discursiva es una fábrica de plusvalías negras. Las campañas y operaciones políticas en redes sociales privatizan la subjetividad abundando en daños cada vez más robustecidos. En suma, asistimos a un nuevo estado de la inmunización donde las fake news desestabilizan la función primaria de los fact checker (verificadores) expandiendo procesos de infoxicación y abriendo interrogantes sobre el estatuto de lo real.
Bajo el nuevo ecosistema digital, la paranoia, la vileza, la ridiculización, el menoscabo, la denostación, y toda práctica vengativa (vejatoria) nos lleva a procesos de des-subjetivación donde el vacío de simbolicidad hace que el sujeto lea a la “otredad” como un objeto en permanente actitud de aniquilación.
El ritual de la purificación, retrotrae las cosas a una agencia hobbesiana (grado cero) donde la rabia digitalizada es asumida por el sujeto frente a un otro no adversarial, sino ante un enemigo total e intolerable que sólo se constituye en la “pulsión de muerte”.
La necrofilia neoliberal encuentra aquí un lugar que amerita un debate respecto a las eventuales posiciones agonistas de la tecnología de la información. En suma, las tecnologías fanáticas impiden que el sujeto que no puede metabolizar (gestionar) bajo los modos expresivos o deliberativos de comunicación neoliberal, por cuanto el enemigo absoluto puede ser el terrorista virológico del Covid-19 o el vecino que ha “devenido narco”. En medio de un cuerpo institucional degradado, los liderazgos coléricos agudizan la tecnología de los miedos como un afecto político para controlar el gobierno de los cuerpos y sus pulsiones transformadoras.
De otro modo, no es posible redituar una nueva agenda de gobernabilidad dado que el vació de “pacto social” se resuelve mediante mediante figuras cesaristas (Bolsonaro, Milei) como dispositivo gubernamental. En suma, la insustancialidad ontológica del presentismo.
La autora es Dra. en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQUI), magíster en Sociología Económica por la Universidad Nacional de San Martín (IDAES-UNSAM) y profesora visitante del Doctorado en Comunicación UFRO-UACh. Es colaboradora periodística especializada en el diario argentino Página/12 y en Le Monde Diplomatique/Ediciones Cono Sur. La actividad tendrá lugar el jueves 13 de junio en la Biblioteca Central de la Universidad de la Frontera (18.00 horas, Chi), donde Natalia presentará su última publicación realizada junto a Ernesto Calvo, Nosotros Contra Ellos (Siglo XXI, 2023). Los comentarios estarán a cargo del Director del programa Doctoral, Dr. Carlos del Valle.
Mauro Salazar J.
Doctorado en Comunicación UFRO-UACh