La hija de Augusto Pinochet, Lucía Pinochet Hiriart, presentó ante la Corte Suprema un requerimiento para revertir las resoluciones de primera instancia y de la Corte de Apelaciones que establecieron que debe cancelar los tributos que adeuda como heredera de su padre.
Fue en el año 2015 que el Servicio de Impuestos Internos (SII) le envió a Pinochet Hiriart el detalle del pago que debía realizar a raíz de la deuda que tenía por la herencia dejada por el dictador, la que por entonces ascendía a $100.080.823. Dicho endeudamiento es hasta hoy no atendido por la mayor del clan Pinochet, por lo que llegó hasta el máximo tribunal del país acusando que existiría un mal cálculo en el cobro de dicho tributo, como detalla La Tercera.
El medio explica que Lucía tenía por ley plazo hasta 2008 para realizar la declaración legal de lo que recibió y luego realizar el pago del impuesto que correspondía al Fisco. Sin embargo, nunca realizó ese trámite, por lo que el SII accionó en su contra.
En ese sentido, el Servicio determinó que, por una parte, el pago de impuestos por el testamento dejado por su padre correspondía a aproximadamente $41 millones; por otra, que los intereses por no pago ascendían a $46 millones y la multa asignada a $12 millones, lo que sumó finalmente más de $100 millones.
Una de las razones que la hija del dictador argumentó ante la Suprema a través de su abogado Christian Plass, fue que la liquidación establecida por el Servicio de Impuestos Internos no sería fidedigna, ya que este “en forma desmedida” habría incluído “activos en la masa hereditaria sin atender también los pasivos, como sería la propia deuda fiscal del causante”. Esto último -explica La Tercera– en referencia a los no pagos, también en impuestos, del propio Augusto Pinochet.
Otro de los argumentos fue que el SII no habría considerado que “la sucesión hereditaria se encontraba impedida de solicitar la posesión efectiva”, debido a los embargos y acciones judiciales que existen en contra de la familia del ex comandante en Jefe del Ejército a propósito del caso Riggs. “Todo aquello pudo preverse por el Fisco, no debiendo esperar ocho años para instar la aceptación o repudiación de los herederos y que, al ser persona interesada, debió manifestarse en un plazo inmediato o breve”, sostuvo el abogado Plass ante el máximo tribunal.