El cardenal Medina falleció el recién pasado domingo a los 94 años de edad. Fue controvertido por sus opiniones y reconocido por su oposición a la “agenda valórica” desde la transición a la democracia, al matrimonio igualitario, a las políticas sobre anticonceptivos e, incluso, a la venida de la banda británica Iron Maiden a Chile en 1992.
Obispo de Rancagua y Valparaíso, la misión eclesiástica de Jorge Medina estuvo vinculada muy de cerca a la contingencia sociopolítica del país, donde públicamente expresaba sus opiniones en su condición de religioso, sobre todo en contra de diversos avances en materia de derechos sexuales y reproductivos (como el uso de métodos anticonceptivos), el matrimonio igualitario, así como otras políticas públicas que se discutían en la sociedad chilena.
Medina incluso se involucró en materias culturales, como impedir la proyección en cines de la película La última tentación de Cristo (1988) de Martin Scorsese y de la prohibición de ingreso a la banda de heavy metal británica Iron Maiden a Chile en 1992.
La historia cuenta que Medina llamó personalmente al ministro del Interior del gobierno de Patricio Aylwin en esa época, Belisario Velasco, a quien le solicitó que prohibiera el ingreso de la banda y su show en Estación Mapocho, ya que sus letras eran satánicas, malévolas y que destruirían a la juventud.
El cardenal también estuvo vinculado a la dictadura cívico-militar. Tras el golpe de Estado de 1973, Medina se desempeñó como pro-Gran Canciller, por solicitud que realizaron los mismos altos mandos militares que mantenían intervenida a la Universidad Católica, lugar en donde estudió Derecho e ingresó al Seminario Pontificio.
Mencionado lo anterior, hay que señalar que su nombre también se vio involucrado en uno de los tantos casos de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia. En el caso de Medina, esto no fue por hechos directos imputables a él, sino con su rol como jerarca local al momento de recibir denuncias sobre estos sucesos.
En 2018, el nombre de Medina surgió dentro de la serie de testimonios que existen sobre abusos y más específicamente en la arista de los encubrimientos por parte de la Iglesia. El sacerdote y doctor en derecho canónico, Francisco Astaburuaga, planteó información acerca de denuncias por abusos contra Gonzalo Duarte García de Cortázar. En este marco se cuestiona el rol de Jorge Medina en el caso del ex seminarista Sebastián del Río, quien contó sobre la violación que sufrió a manos del cura Duarte, denuncia realizada ante el propio cardenal Medina cuando era obispo de Valparaíso.