La Corte Suprema ordenó al fisco pagar una indemnización de $30.000.000 por concepto de daño moral al grumete de la Armada Benjamín Placencia Lobos, quien el 28 de febrero de 2013 fue sometido a maltratos en la Academia Politécnica Naval.
El máximo tribunal estableció la existencia de un error de derecho en la sentencia por la que la Corte de Apelaciones de Valparaíso había establecido, el 24 de septiembre de 2020, la prescripción de la acción civil impulsada por el afectado, asociada al proceso penal que se ventiló en la Justicia Militar. Ahora, la Suprema declaró la responsabilidad del Estado por los malos tratos que recibió el joven aspirante a marino.
Esto último se tradujo -según detalla el fallo- en golpes y descargas eléctricas propinadas a Benjamín Placencia por su compañero de armas, el cabo segundo Juan Godoy Briceño. Se trata de “una forma torcida de aplicar la disciplina interna, conocida como ‘justicia criolla‘”, como se explica en la resolución, y que estuvo a cargo del uniformado condenado en el proceso criminal debido a que este era el más antiguo del grupo en el que se encontraba el grumete Placencia.
En ese sentido, se añade que el cabo segundo Juan Godoy “recibía llamados de atención de parte de los profesores por las faltas del resto, golpeándolos frente a la comisión de alguna o por el retraso en las tareas propias al interior de la Academia Politécnica Naval”.
Junto con ello, se advierte que las agresiones recibidas por el grumete “generaron un síndrome de estrés postraumático” en él e incluso su salida de la Armada.