Este martes 4 de mayo se efectuó la reconstitución de escena de la brutal golpiza a Mario Acuña por parte de Carabineros. Mario quedó con daño neurológico irreversible y dependiente de máquinas y cuidados para poder sobrevivir. Conversamos con Mariela Santana, abogada del Codepu y querellante del caso, acerca de esta diligencia que se llevó a cabo con un excesivo contingente policial y con amedrentamiento de Carabineros.
Este martes 4 de mayo, y tras 18 meses desde que fuera brutalmente golpeado por Carabineros, se realizó la reconstitución de escena de la paliza que recibió Mario Acuña en el contexto de una jornada de manifestación durante los primeros días del estallido social.
Tras el accionar irracional de la institución uniformada, Mario quedó con daño neurológico irreversible y dependiente de máquinas y cuidados para poder sobrevivir. Conversamos con Mariela Santana, abogada del Codepu y querellante del caso, acerca de esta diligencia que se llevó a cabo con un excesivo contingente policial y el amedrentamiento constante de Carabineros de la cual es víctima la familia de Mario.
Los hechos
La noche del miércoles 23 de octubre de 2019, la vida de Mario Acuña (44) cambió radical e irreversiblemente. Era la quinta noche de toque de queda y cada día se conocían nuevas atrocidades cometidas por los agentes del estado. Al mismo tiempo, la opinión pública se conmocionaba por el incendio de la fábrica Kayser y que dejó, lamentablemente, cinco personas fallecidas. Es por lo anterior, que se convocó a un gran caceroleo en distintos puntos del país para exigir el fin y a la represión y la renuncia de Sebastián Piñera. Mario, quien hasta ese día trabajaba como temporero, salió a tocar la cacerola al igual como lo hicieron millones de personas esa noche.
Mario se encontraba junto a vecinos, familias y niños caceroleando en una plaza de la comuna de Buin cuando de repente, y sin previo aviso, apareció un carro policial con las luces y las balizas apagadas. Luego de la aparición de los funcionarios policiales, las personas que se encontraban en el lugar corrieron producto del uso de bombas lacrimógenas y perdigones. Mario no corrió, intentó esquivar las balas en un asiento de la plaza. Sin embargo, no pudo evitar la brutal y criminal reacción de Carabineros que, a través de golpes y puños, lo dejaron postrado de por vida.
Tras la brutal e irracional paliza, Mario llegó por sus propios medios a su casa, antes que su cuerpo colapsara. Luego de eso, y en varias oportunidades, estuvo al borde de la muerte. Mario hoy lucha por salir adelante, en una nueva vida, con otras condiciones y totalmente dependiente a máquinas y cuidados, ya que quedó con daño neurológico irreversible.
La versión de Carabineros y la formalización
Según Carabineros, esa noche llegaron al lugar debido a que los llamaron por una contingencia policial por la existencia de barricadas en la zona. Los imputados, al ser consultados por Mario Acuña, señalan que solo vieron una silueta recostada en el suelo, la que correspondía a un hombre al cual ayudaron a pararse y ninguno de los tres recuerda a esta persona herida o golpeada. Posterior a esto, caminaron con él hasta llegar a la esquina de la plazoleta, en dirección a un pasaje por el cual el hombre caminó esquivando una serie de proyectiles que estaba lanzando la multitud.
Según Carabineros, ellos fueron todo el tiempo agredido por piedras y con palos por parte de los manifestantes. Esta versión es totalmente opuesta a la entregaron varios testigos claves de este caso.
Recién el 16 de marzo del presente año, los funcionarios policiales Jonathan Alexis Neira Chaparro, Víctor Antonio Lastra Marguirot, y Henry Giovanny Cuellar Vega, fueron imputados por los delitos de lesiones graves gravísimas con ocasión de tortura.
El Juzgado de Garantía de San Bernardo ordenó la prisión preventiva de los tres funcionarios de Carabineros y estableció un plazo de investigación de 100 días. Esta medida fue confirmada por la Corte de Apelaciones de San Miguel un par de días después, ya que los funcionarios policiales apelaron a la decisión del tribunal.
Reconstitución de escena
Hoy durante la tarde se llevó a cabo la segunda reconstitución de escena de este brutal caso de abuso y violencia policial. Anteriormente, se había desarrollado esta diligencia, pero sin la declaración de los imputados, ya que hicieron uso de su derecho a guardar silencio y, por lo anterior, no se obtuvieron nuevos antecedentes. Sin embargo, y tras declarar y ser formalizados, se solicitó repetir esta diligencia con los imputados y los testigos in situ en el lugar de los hechos.
Mariela Santana, abogada y querellante en este caso, señala al respecto de esta diligencia que “hoy estuvieron presente los tres imputados; Neira, Cuellar y Lastra. Además, también estuvieron en la reconstitución de escena los otros tres funcionarios de Carabineros que estaban en el carro policial, entre ellos el capitán Juan Rosales Apablaza y quien estaba a cargo de la patrulla. Nosotros siempre hemos sostenido que aquí hay una responsabilidad de mando y por lo tanto Rosales tiene responsabilidad en los hechos”.
La abogada comenta que también fueron parte de la diligencia los testigos más relevantes del caso, incluyendo la testigo clave que se encontraba con Mario al momento de la brutal agresión. Además, se hicieron presente bomberos que se toparon la patrulla policial esa noche y los abogados defensores de los carabineros y personal de la PDI.
Mariela comenta que hubo algo que le llamó poderosamente la atención y se lo hicieron ver al fiscal: “la improcedencia de tanto personal de Carabineros en la zona. A nosotros nos pareció absolutamente improcedente que hubiera tantos funcionarios policiales en la plaza, ingresando al pasaje donde vive la familia de Mario, los vecinos y los testigos que estaban prestos a declarar. Estaba lleno de funcionarios del GOPE, tanquetas paseándose en el lugar y eso no corresponde. Nosotros señalamos que eso fue un acto de amedrentamiento. De hecho, cuatro testigos quisieron retirar su declaración, les dio miedo. Pidieron declarar con las caras tapadas. Nosotros le hicimos ver al fiscal esta situación y pedirle al mayor que estaba a cargo de todo este despliegue, que retirara a sus funcionarios del lugar de los hechos y que retirara las tanquetas”.
La abogada continúa su relato acerca del amedrentamiento vivido hoy y que no es nuevo para la familia de Mario Acuña, “no tenía por qué haber funcionarios del GOPE ingresando por el pasaje donde vive Mario, puesto que está el antecedente de que la familia ha debido poner recursos de protección policial a la PDI, ya que son víctimas de hostigamiento por parte de Carabineros. Ellos, desde el día que se hizo la denuncia, han sido hostigados recurrentemente. Los carabineros de la 15° Comisaría de Buin van, se sitúan al frente de la casa de Mario y alumbran con focos hacía adentro. Esto ha ocurrido muchas veces y de hecho ellos están con protección permanente de la PDI”.
En cuanto a la diligencia de hoy, la abogada se muestra satisfecha, “ya que pudimos observar la dinámica en que sucedieron los hechos, pudimos escuchar en la voz de los testigos dónde estaban ubicados los funcionarios policiales, dónde estaba Mario, qué es lo que vieron. Realmente las declaraciones de los testigos son muy coherentes y dan cuenta de cómo ocurrieron los hechos y que es lo que nosotros hemos sostenido en la querella”.