En el contexto de la visita del Presidente Gabriel Boric a la Región de la Araucanía conversamos con el lonco del Lof Radalko de Curacautín, Alberto Curamil, quien calificó como una “pésima y negativa señal” el viaje del mandatario al Wallmapu, por considerar el dirigente mapuche que “este gobierno está llevando la continuidad del gobierno de Sebastián Piñera, que fue un gobierno fascista”.
En ese sentido, Curamil -quien en 2019 pasó 16 meses en prisión preventiva antes de ser absuelto en el caso del asalto a una caja de compensación en la comuna de Galvarino- apuntó que la administración Piñera “facilitó siempre el ingreso de todas las empresas extractivistas a nuestro territorio”.
Por otra parte, el lonco que estando en la cárcel recibió el Premio Goldman de medio ambiente por la defensa del río Cautín ante la construcción de dos centrales hidroeléctricas, cuestionó igualmente la declaración de Boric en cuanto a que en La Araucanía hay “terrorismo”, señalando que el mandatario “sigue la instrucción del sistema capitalista neoliberal”.
“Ellos de alguna manera buscan justificar la militarización de la zona, donde el Gobierno le hace un favor a los empresarios. Entonces, en ese sentido nosotros decimos que (Boric) cumple la orden que dan hoy los empresarios por todos los intereses económicos que tienen en nuestro territorio”, añadió al respecto Curamil.
En esa misma línea, el dirigente mapuche criticó la pretensión de establecer en el Internado Municipal de Curacautín una base militar, que compartiría parte de sus instalaciones con la escuela básica República de México. “Ahí estudian nuestros niños; eso significa para nosotros un riesgo, una amenaza, un trastorno psicológico para los niños al ver armas de guerra”, advirtió.

“Militarmente usurparon nuestro territorio en esa famosa Pacificación de La Araucanía, y hoy, a través de un diálogo falso, el Gobierno sigue militarizando y usurpando nuestro territorio y, por supuesto, vulnerando lo que significa el derecho humano”, espetó Alberto Curamil.
Por último, el lonco del Lof Radalko de Curacautín enfatizó en que un buen recibimiento de parte de las comunidades en conflicto con el Estado chileno tiene que ver con que el Ejecutivo esté dispuesto “a dialogar, a conversar, pero un diálogo serio que responda a las demandas del pueblo”.
En ese sentido, destacó la importancia de que se reconozca lo acordado en el llamado Tratado de Tapihue de 1825, donde el Estado chileno suscribió un acuerdo “de nación a nación” con los mapuche, como destacó Curamil.
“Si él no accede a sentarnos a conversar y ratificar ese tratado que está vigente, creo que el conflicto se va a mantener, pero no por parte del pueblo mapuche, sino que porque existen intereses capitalistas dentro del territorio”, concluyó el dirigente del pueblo originario.