La Cámara de Representantes de Estados Unidos inició este jueves (20/4) la tramitación del proyecto que pretende realizar, en noviembre de 2023, un referéndum para que el pueblo de Puerto Rico decida sobre el estatus de su país ante los Estados Unidos.
Según la propuesta, los ciudadanos de la isla caribeña tendrán tres opciones en ese posible plebiscito: la primera opción sería convertirse en un nuevo estado ultramarino norte-americano, la segunda sería la de mantener el estatus actual de territorio sin autonomía, mientras que la tercera sería su independencia, separándose de los Estados Unidos.
Actualmente, Puerto Rico es un territorio sin autonomía. Los locales pueden elegir a su gobernador, pero no pueden votar para escoger al presidente de los Estados Unidos. Tampoco tienen representantes en el Congreso de ese país.
Mantener ese estatus es una de las opciones que ofrecería el referéndum. Otra opción sería convertirse en el 51º estado de los Estados Unidos, lo que no solo permitiría una mayor representación política y participación en los procesos electorales, sino que obligaría Washington a invertir más en la infraestructura de la isla, en sus redes de salud y educación, entre otros aspectos.
Cambio climático y movimientos independentistas
También existiría, según el referéndum, la posibilidad de que el país se independice, como han reclamado algunos movimientos sociales en los últimos años, sobre todo por lo que consideran una omisión del gobierno estadounidense en lo que respecta a la ayuda humanitaria que requieren los puertorriqueños cada vez que el territorio es visitado por un huracán o tornado.
La isla de Puerto Rico siempre ha sido blanco de este tipo de fenómenos naturales, pero esos se han vuelto más frecuentes en los últimos años. Según buena parte de la comunidad científica, esta es una de las consecuencias del calentamiento global y sus efectos sobre temperaturas del océano.
En 2017, el huracán María dejó a la isla sin electricidad durante casi un año y provocó, al menos según informes oficiales, poco más de tres mil muertos – los movimientos sociales de la isla afirman que la cifra real sería al menos cinco veces mayor.
Aún así, el Partido Independiente Puertorriqueño, principal institución política que defiende la bandera independentista – y defensor también de un discurso ecosocialista – , sigue siendo un partido con baja representación en el Legislativo local: tiene solo un diputado y un senador.
Además, en el último referéndum de independencia realizado en la isla, en 2012 – antes de los últimos huracanes y las crisis humanitarias que provocaron – esta opción sólo obtuvo el 5,5% de los votos.
Gobernador toma partido
El actual gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi (Partido Demócrata) ya se ha presentado como partidario de la opción de transformar la isla en un estado norteamericano.
En su discurso luego de presentar el proyecto de ley al Congreso, Pierluisi dijo que “hay 3,2 millones de estadounidenses en la isla, pero no pueden votar para elegir el presidente, no tienen representación electoral en el Congreso y no reciben el trato que se merecen en varios programas del gobierno federal”.