En un comunicado difundido este jueves (27/7) por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, organismo vinculado a la ONU (Organización de las Naciones Unidas), expresó su preocupación por lo que calificó como “intentos de socavar el proceso electoral en Guatemala, que pueden resultar en el desprecio por la voluntad popular”.
El documento incluye declaración del jefe de la organización, el diplomático austríaco Volker Türk – sucesor de Michelle Bachelet en el cargo –, en la que pide a las autoridades guatemaltecas “garantizar la integridad del proceso electoral”.
“Las elecciones libres y justas, al igual que la autonomía de los diferentes poderes del Estado, son fundamentales para mantener el estado de derecho y deben ser la base de una democracia que proteja y promueva los derechos humanos”, dijo Türk.
La segunda vuelta de las elecciones guatemaltecas está prevista para el 20 de agosto y reunirá a dos candidatos de centroizquierda: Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla.
El escenario es bastante sorprendente en un país como Guatemala, donde los partidos de derecha mantienen una fuerte hegemonía política.
Judicialización de las elecciones
Días después de la primera vuelta – cuya votación se llevó a cabo el 25 de junio – algunos partidos de derecha presentaron solicitudes de recuento de las urnas ante la Corte Constitucional y ante la Corte Suprema de Justicia. El TSE (Tribunal Supremo de Justicia de Guatemala) incluso realizó un segundo conteo, que finalizó el 7 de julio y que presentó los mismos resultados que el primer conteo.
Después de dos escrutinios, sectores de la derecha siguieron presentando recursos judiciales relacionados con el proceso electoral, en especial el partido Vamos, del presidente Alejandro Giammattei.
Además del oficialismo, el Ministerio Público de Guatemala abrió una investigación contra el Movimiento Semilla, por la cual se suspendió el registro oficial del partido, lo que impediría a Arévalo participar en la segunda vuelta, poniendo en su lugar al candidato Vamos, Manuel Conde, apoyado por Giammattei, que se hizo con el tercer puesto en la primera vuelta.
La suspensión del Movimento Semilla fue anulada días después por la Corte Constitucional, pero aún hay otros recursos contra el partido interpuestos en los tribunales, la mayoría de ellos por iniciativa de Vamos. Además, el Ministerio Público realizó dos allanamientos en la sede del partido en los últimos diez días, según información del diario local Prensa Libre.
TSE presenta denuncia ante la OEA
El comunicado del Alto Comisionado para los Derechos Humanos se produce un día después de la participación de Irma Palencia, presidenta del TSE, en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA (Organización de los Estados Americanos).
En una intervención realizada este miércoles (26/07) por videoconferencia, la magistrada guatemalteca se pronunció sobre las presiones políticas que viene sufriendo el Poder Judicial y los órganos electorales del país.
Según Palencia, el proceso electoral en Guatemala tuvo un clima favorable hasta la primera vuelta, pero comenzó a tener problemas cuando algunos sectores políticos no aceptaron los resultados de esa votación.
“Nos preocupa la gran cantidad de acciones que pueden afectar o comprometer la segunda etapa de las elecciones y lo que pueda venir después, aunque por ahora sean solo especulaciones”, explicó Palencia.
Amenaza contra el Movimiento Semillero
Este mismo miércoles (26/07), en conferencia de prensa, el candidato Bernardo Arévalo dijo que tuvo que suspender un viaje a los Estados Unidos por una supuesta orden de captura en su contra y buena parte de la dirigencia de su partido, el Movimiento Semilla.
Según el candidato presidencial, el viaje respondería a una invitación del Consejo Atlántico de los Estados Unidos para participar en una reunión a la que también fue invitada su contrincante en la segunda vuelta, Sandra Torres.
“Las autoridades no escatiman esfuerzos en sus intentos de perseguir políticamente a nuestro partido”, alegó Arévalo.