El gobierno colombiano, a través de su presidente Iván Duque, ofreció una millonaria recompensa a quienes denuncien actos de vandalismo en medio de las protestas en medio del estallido social que vive el país, acrecentando aún más la crisis de representatividad en medio de graves denuncias de violaciones a los derechos humanos por parte de las policías a los manifestantes.
Según informa El Espectador, la Policía Nacional colombiana comenzó a ofrecer una recompensa de $10 millones (cerca de 1,8 millones de pesos chilenos) a quienes brinden información sobre posibles vándalos durante las protestas que ya suman una semana en diferentes ciudades del país cafetero.
La medida fue a su vez informada por el mismo presidente Iván Duque, quien señaló que su gobierno ha definido estas recompensas “por la colaboración efectiva para la identificación y captura de los autores de actos vandálicos y delitos que se han presentado en los últimos días contra la infraestructura pública”.
“Frente a quienes cometan este tipo de delitos, no habrá tregua y la sociedad entera los llevará ante la justicia”, afirmó.
Duque señaló además a través de su cuenta de Twitter que “todos debemos rechazar a los violentos. Organizaciones criminales se esconden detrás de legítima protesta. Por eso, ofrecemos recompensa de $10 millones, activamos línea 3232729668 de denuncia y Grupo Especial contra el Vandalismo y Delitos para ir tras dinamizadores de violencia”.
En la misma sintonía el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, había sostenido el martes que las actuaciones de los agentes de policía se desarrollaron “con base en el respeto de los derechos humanos”. Congresistas opositores le respondieron radicando una propuesta de debate de moción de censura por las “violaciones de derechos humanos” cometidas por la fuerza pública en las protestas.
Nuevas jornadas de movilizaciones
A pesar de la nefasta política de criminalziación de la protesta civil por parte de la administración de Duque, miles de colombianos salieron nuevamente este miércoles a las calles en el segundo Paro Nacional contra el gobierno, después de una semana de intensas manifestaciones con al menos 24 muertos y más de 800 heridos.
Luego del retiro de la resistida reforma tributaria, los reclamos de las organizaciones sindicales, indígenas y estudiantiles son variados: mejoras en salud y educación, seguridad en las regiones más violentas del país y la creación de una renta básica.
También, bajo la lupa de los organismos internacionales que denuncian los excesos de las fuerzas de seguridad, el presidente Iván Duque llamó al diálogo, aunque al mismo tiempo aseguró que detrás de las protestas está la “mafia del narcotráfico” que incurre en “el vandalismo extremo y el terrorismo urbano”.