Los escoltas del mandatario brasileño golpearon a un reportero durante la cumbre de G20 en Italia, mientras que el expresidente argentino le quitó el micrófono a un periodista y lo tiró al suelo.
La derecha suele usar el discurso de la libertad de prensa, pero ni siempre la práctica lo acompaña, y esta semana tuvo dos casos de agresiones a periodistas ligados a líderes derechistas sudamericanos.
El primero ocurrió en Italia, el pasado domingo (31/10) y fue protagonizado por el presidente brasileños Jair Bolsonaro. Mientras el mandatario caminaba hacia un encuentro con apoyadores por las calles de Roma, durante su visita para la cumbre del G20, algunos corresponsales trataban de acercarse para hacer preguntas sobre el evento, pero algunos de ellos fueron duramente golpeados por los escoltas presidenciales.
La primera agresión la sufrió el camarógrafo Leonardo Monteiro de TV Globo, que al intentar acercarse para realizar imágenes del encuentro de Bolsonaro terminó golpeado en el abdomen e inmovilizado.
Posteriormente, el periodista Jamil Chade, de Folha de São Paulo, quiso grabar con su celular una declaración del jefe de los escoltas sobre las agresiones a su colega, pero terminó él mismo golpeado: según su relato, el guardaespaldas le torció el brazo y le quitó el celular, que posteriormente fue tirado al suelo – situación que quedó registrada en un video grabado por el aparato.
Este miércoles (3/11) hubo un nuevo ataque a un periodista en Argentina, cuando el expresidente de ese país, Mauricio Macri, se presentó para declarar en el Juzgado Federal de Dolores, en la causa sobre una presunta red de espionaje creada en su gobierno contra familiares de las víctimas del submarino ARA San Juan – accidente ocurrido en noviembre de 2017, durante su gobierno.
Al salir del auto, mientras caminaba hacia el edificio, Macri fue cercado por decenas de micrófonos, pero cuando se le acercó Nicolás Munafó, del canal C5N, su reacción fue más hostil: le sacó el micrófono del reportero y lo tiró al suelo – el instrumento terminó cayendo en un charco de agua.
Horas después, ante la mala repercusión de su actuar, el exmandatario entregó disculpas, y sin nombrar al reportero agredido ni a su canal: “Mis disculpas por lo que pasó hoy al bajar del auto. Fue un acto reflejo al ver que se me venían los micrófonos encima. Lamento que haya terminado en el agua” escribió en su cuenta.
Curiosamente, el canal C5N, para donde trabaja el periodista agredido, fue uno de los más críticos al gobierno de Mauricio Macri. De hecho, se agrega como dato que los dueños de ese canal, Cristóbal López y Fabián de Sousa, llegaron a ser arrestados durante el gobierno macrista y pasaron dos años en prisión preventiva por presunto crimen de evasión fiscal, pero terminaron absueltos.