Imagen solo de referencia / Agencia Uno
El Juzgado de Garantía de Cañete rechazó este lunes aplicar la medida cautelar de prisión preventiva al teniente segundo de la Armada Luis Felipe Videla Cid y al cabo segundo Ricardo Seguel San Martín, imputados por el Ministerio Público como autores del delito consumado de homicidio en contra del comunero mapuche Yordan Llempi Machacan (23) en noviembre de 2021, en la mencionada comuna de la Región del Bío Bío.
A raíz de esto, ambos uniformados solo fueron ingresados a “tránsito” en dependencias de la misma Armada, esto tras una apelación verbal del Ministerio Público luego de negarse la prisión preventiva.
Cabe recordar que este hecho ocurrió el 3 de noviembre de 2021, en el marco del estado de excepción en el que se encontraba la provincia de Arauco, cuando 18 infantes de marina, a cargo del mencionado teniente Luis Videla, llegaron armados con fusiles de guerra al sector de San Miguel, para prestar ayuda a Carabineros ante protestas que mantenían cortada la Ruta P-72S que une Cañete y Tirúa.
En dicho operativo, Videla ordenó en un momento a su subalterno Ricardo Seguel abrir fuego hacia el sector donde se hallaba un paradero, impactando uno de estos proyectiles al comunero mapuche Yordan Llempi, quien se encontraba en su hogar a poco más de 100 metros de dicho paradero y no participaba de los incidentes que tenían lugar en las cercanías.

“Eliminar al enemigo”
En su argumentación para no decretar la prisión preventiva en contra de los uniformados, el juez Cristián Rosenberg de la Fuente reconoce que el teniente Luis Videla “en algún momento llegó a dar una orden de apuntar y eliminar al enemigo, en circunstancias que el entorno no demandaba una decisión tan radical”.
Junto con ello, el magistrado advierte que el oficial “no escuchó tampoco la sugerencia razonable de un sargento en orden a replegarse para actuar luego y menos brindó la protección que un grupo de civiles en la carretera debía recibir de su parte, exponiéndolos a un eventual fuego cruzado”.
Sin embargo, a pesar de estos antecedentes, el Juzgado de Garantía de Cañete estimó que “aquello deberá ser evaluado por las autoridades pertinentes y decidir si está en condiciones de actuar fuera del ámbito militar para la protección de civiles”. “El actuar de Videla tiene aspectos extremadamente reprochables moralmente y si se quiere profesionalmente, pero que no alcanzan el ámbito penal”, se aseguró en la resolución.

En favor de Videla, el juez sostuvo que a partir de un momento del operativo, cuando los uniformados pasaron desde un camino interior al principal, este “no dio órdenes de disparar de manera letal directa y si bien decidió avanzar hacia donde se encontrarían aquellas personas que eventualmente contaban con armamento, no hay ninguna evidencia de que haya ordenado a Seguel abrir fuego directo, incluso aceptando que podía herir a civiles una vez que llegan al sector cercano a la casa de la familia Llempi”.
En cuanto al cabo segundo Ricardo Seguel, el tribunal descartó la tesis de uno de los querellantes en cuanto a que se trate de un homicidio calificado, argumentando que “ningún antecedente se ha incorporado que permita asegurar que el imputado actuó sobre seguro en su accionar y menos que, a diferencia de lo que dice el Ministerio Público, lo haya hecho con dolo directo”.
Acá puedes leer completa la citada resolución del juez Cristián Rosenberg de la Fuente.
“Indios culiaos”
Sin embargo, lo sostenido por el juez Cristián Rosenberg distaría de los antecedentes contenidos en el expediente judicial y conocidos recientemente a través de una publicación de Radio Bío Bío, la que reveló las conversaciones radiales y telefónicas que mantuvo el teniente Luis Videla con su Plana Mayor y sus subalternos, en medio del enfrentamiento que terminó con la vida de Llempi.
Se trata de un reporte de la Brigada de Homicidios de la PDI, fechado el 27 de marzo de 2022, que da cuenta de los diálogos extraídos de la cámara GoPro que ese día utilizaba Videla. En ellos se puede constatar que el teniente pidió a la Plana Mayor con la que se comunicaba el cambio de armamento de salva a munición real, lo que fue autorizado. Tras ello, el oficial se dirigió a sus subalternos:
-Videla: Ya oye, atentos, voy con fuego real, el único que puede disparar soy yo, ya. El resto, concentrado, ubicado mirando el enemigo, nadie hace ni una wea sin que lo autorice.
-Funcionario (Guti): Al agua… al agua…
-Videla: ¿Eso es sí o no? Indios culiaos. Guti atento, si ves algo raro o distinto con estos tiros que acabé de hacer.
-Funcionario (Guti): Recibido.
-Videla: Voy de nuevo.
Luego, en la transcripción se cita una importante interrupción que un subalterno realiza al teniente Videla mientras este dialogaba con el sargento primero de Carabineros, Raúl Canales Almuna, respecto a cómo proceder en el lugar.
-Subalterno: Mi teniente, llegaron dos mujeres al dispositivo, al bloqueo, llegaron dos mujeres, parapeto…
-Sargento primero Canales: Lo dejo a su libre albedrío.
-Videla: Puta no, no, no… De aquí no me muevo. Con lo que estoy no voy a liberar la ruta, no voy a liberar la ruta, porque puede servir pa’ cualquier wea.
-Sargento primero Canales: Mi comandante no entiende, esa cosa si entregamos este punto vamos a estar aquí esperando que vayan pa’ allá y nos ataquen con altura.
-Videla: Ganamo’, ganamo’, ganamo’ acá, le bloqueamos el sur a estos hueones, bloqueamos el blanco derecho y el izquierdo, si tengo una unidad que apoye, voy a maniobrar y voy a seguir manteniéndome acá. ¿No tienen nada en visual? Oye no muevan el móvil de esa wea, ni un puto vehículo pasa, hasta que se aburren y busquen otra (inentendible); me importa un pico si una mujer se va a morir y hayan mujeres al otro lado.
El sargento de Carabineros, Raúl Canales, es el mismo citado por el juez Cristián Rosenberg y que luego señalaría en una declaración judicial del 6 de diciembre de 2021 que “el teniente Videla no tomó en cuenta la instrucción entregada por mi mando a fin de replegarnos al fundo San Carlos”.
En esa misma línea, Canales añadió que el oficial de la Armada hoy imputado por homicidio “estaba obsesionado con recuperar armamento de quienes nos disparaban y llegar hasta el sector del corte de ruta”.

Tras la conversación entre Videla y Canales, viene la orden que el teniente le da al cabo segundo Ricardo Seguel para que dispare en dirección a un paradero donde se estaban produciendo los incidentes.
-Videla: Ven, ven, tiéndete, tiéndete. Seguel dispárale al paradero que es de cemento, dispárale conchasumadre. Atento Guti, que va disparo al paradero. (Seguel) al paradero, hueón.
-Seguel: ¿Al de la izquierda?
-Videla: Al de la izquierda, al de cemento, dispárale a la wea que no haya nadie y dispárale, dispárale. ¡Vamos Seguel con todo!, tiéndete, tiéndete.
-Seguel: No. Aquí estoy más cómodo.
-Videla: ¡Vamos, vamos, mi perro! (Se escucha primer disparo)
-Seguel: ¿Chocó?
-Videla: ¿Chocó? Otro. (Se escucha segundo disparo) Bien, bien, bien. Otro. Atento, Guti, atento Guti que te estamos apoyando. (Se escucha tercer disparo) Informa cuándo, dame luz verde o rock and roll.
-Voz radial: Espere, estamos en aproximación.
-Videla: De nuevo. (Se escucha cuarto disparo). Espera, espera… de nuevo, de nuevo, al paradero.
-Seguel: ¿Le doy no más?
-Videla: Sí, al paradero.
“Yo le disparé y cayó el culiao”, señalaría luego el mismo Seguel, según el resgitro de otra conversación de los uniformados tras la muerte de Yordan Llempi.
Al respecto, en el mismo fallo en el que el juez Rosenberg negó la prisión preventiva para los dos imputados por la muerte del comunero mapuche, el magistrado sostiene que al avanzar los uniformados al mando de Videla “en dirección hacia aquellos civiles supuestamente armados con el fin de capturarlos”, dicha decisión “no consideró en lo más mínimo que a su espalda y en el eventual trayecto del fuego cruzado estaba un numeroso grupo de civiles, objetivo esencial y primordial de la protección que debían brindar”.
El mencionado sargento Raúl Canales se refirió igualmente a este momento del operativo de la Armada, señalando en su declaración lo siguiente: “Al ver esa situación ni siquiera quise dialogar con él (teniente Videla), ya que pensé que este ‘se arrancó con los tarros’. Es decir, no me hizo caso y quiso hacer su procedimiento sin tomar en cuenta a mi persona como el más antiguo de Carabineros”.
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