Esta Convención fue convocada para instalar un nuevo modelo que REEMPLAZARA al que provocó el estallido, no para hacer “algunos cambios”. Les recuerdo que la fórmula alternativa -“rechazar para reformar”- recibió una humillante derrota de 80% versus un pobre 20%.
Esta Convención se convocó mayoritariamente para reemplazar el modelo, pero la bancada del Rechazo entró minoritariamente a mantenerlo.
Mi pregunta es: ¿Qué clase de estrategia torpe es esa?
Una minoría que ni siquiera tenía un tercio del total debió haberse desplegado para dialogar, ceder y buscar influir en un modelo que iba a cambiar sí o sí. Sin embargo, se atrincheraron torpemente en un modelo que ya había sido desechado y hoy nos acusan a nosotros de no haber querido dialogar. Se subieron a un tren por atrás, para exigir que no fuera a ningún lado, en vez de influir en su destino.
Ellos tendrán que responderle a sus electores por qué tomaron esa pésima decisión política. Si, como ustedes dicen, esta nueva Constitución no los representa, tendrán que explicarles a ellos por qué se encapsularon en una estrategia suicida y sin sentido, y se condenaron a la irrelevancia al negarse a coescribir el modelo que regirá Chile desde septiembre en adelante. La responsabilidad ante la Historia será de ustedes.
Lo que hay en la Convención es la deliberación y decisión del órgano más representativo de la historia de Chile, frente al que solo han podido oponer mala fe, noticias falsas, tergiversación, odio y mucho miedo. El miedo histórico contra la voluntad de las personas comunes que ha desatado los peores horrores desde el inicio de nuestra República.
Por eso mi llamado hoy es a aprobar y dejar constitucionalizados los mecanismos que le van a permitir a esas personas comunes, tener esa voz que casi siempre era apagada con violencia, y tener garantizadas herramientas para influir en los destinos de la patria, para no tener que seguir dependiendo de quienes manejan el país como un club de su propiedad, excluyente, elitista.
La Constitución del 80 dejó fuera al actor más importante del escenario, al ciudadano, y convirtió al gobierno en un diálogo entre la clase política y el poder económico, amordazando y maniatando a las personas que veían cómo las decisiones pasaban frente a sus ojos afectándolos y sin poder influir. El resultado está a la vista: desconexión con la política, hambre de participación, hambre de incidir, pero sin vehículos de expresión que provocan que las personas busquen otras formas que el Estado les niega.
Para quienes encuentran riesgo en todo esto, les cuento una mala noticia: hoy la gente quiere poder representarse a sí misma.
Será responsabilidad de esta Convención darle a esa sociedad en movimiento los cauces de expresión que necesita. Será responsabildad de esta Convención entregarle a la gente la boca que su voz exige. También será responsabilidad de cada uno de ustedes si salimos de aquí con las herramientas que la voluntad popular moderna necesita. Creo que podríamos considerar como un fracaso enorme de la Convención si no somos capaces frente a la Historia de dar este paso. Mecanismos de Democracia Directa.
Más de UN MILLÓN de personas participaron en el proceso de Iniciativas Populares de Norma; fueron más de un millón de personas buscando salida y voz a sus sueños.
Los colectivos transformadores, los que creemos en el poder popular, los que tenemos historia buscando reivindicar la voz de los trabajadores, tenemos la enorme responsabilidad de entregarle esas herramientas. No podemos negarnos a cumplir con el espíritu de cualquiera que diga estar junto a los trabajadores y trabajadoras.
Es ahora o nunca, ustedes lo saben. La gente lo sabe. Estemos a la altura.
