El presidente de Francia, Emmanuel Macron, nombró este jueves (5/9) al derechista Michel Barnier como nuevo Primer Ministro del país.
La decisión marca el fin de una disputa política que se prolongaba desde la segunda vuelta de las elecciones legislativas realizadas el pasado 7 de julio, que fueron ganadas por la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular, que eligió la mayor bancada, pero que no obtuvo los 289 asientos necesarios para obtener la mayoría simple.
Aún así, la tradición política francesa indica que el sector que reunió la mayor bancada suele tener el derecho de indicar el primer ministro, principio que fue negado por Macron, que rechazó la figura indicada por la izquierda, la socialista Lucie Castets, tras conversaciones realizadas hace una semana.
El elegido al final fue un político de 73 años con un historial de posturas más bien cercanas a la extrema derecha, aunque figure en el partido oficialista liderado por Macron, cuyo discurso suele ser clasificado como de derecha moderada.
Barnier fue canciller entre marzo de 2004 y mayo de 2005 – durante el gobierno de Jacques Chirac – y tuvo otro gran momento en su carrera política en el año 2019, cuando fue uno de los negociadores europeos del Brexit, cuando el Reino Unido dejó la Unión Europea, y el fue uno de los que trató de defender los intereses del bloque continental.
El político será el primer ministro de mayor edad en la historia de la Quinta República francesa, iniciada en 1958, y sustituirá al más joven, Gabriel Attal, de 35 años.
El nombramiento generó repudio entre los representantes del Nuevo Frente Popular. El líder del partido Francia Insubmissa, Jean-Luc Mélenchon, convocó un acto para este sábado (7/9) con el objetivo de expresar el rechazo a la decisión del mandatario. Además, se inició la recolección de firmas para una moción de destitución de Macron, por presunto incumplimiento de la norma constitucional.
“Barnier no proviene del Nuevo Frente Popular, que ganó las elecciones, sino de un partido que obtuvo menos votos. Se está negando la democracia”, destacó el político progresista.
Si el escenario en que se nombra al nuevo primer ministro ya es tema de polémica, las ideas defendidas por él agregan mucho más a la discusión.
Barnier es un defensor de medidas anti inmigración y también un crítico de políticas para mantener o ampliar derechos sociales, las cuales suele llamar “asistencialismo”.
Otro punto por el cual suele ser recordado por su conservadurismo es que, en los Años 80, cuando era diputado, votó en contra de un proyecto que defendía la descriminalización de la homosexualidad.