Jueves, Abril 18, 2024

FFAA y grupos paramilitares amenazan a Petro en Colombia

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Faltando solamente tres semanas para las elecciones presidenciales en Colombia – la primera vuelta se realizará el próximo 29 de mayo – y con las encuestas manteniendo el escenario de claro favoritismo del candidato progresista Gustavo Petro, empiezan a surgir manifestaciones de nerviosismo y furia por parte de sectores ligados a las élites y a la ultraderecha en ese país.

El sondeo más reciente, de Invamer (junto con Caracol TV), publicado el pasado 29 de abril, muestra al candidato de la coalición de izquierda Pacto Histórico con un 43,6% de las intenciones de voto, mientras que su más cercano perseguidor de derecha, el liberal Federico Gutiérrez, tiene un 26,7%. Números que hacen soñar con la posibilidad de elegir a Petro incluso en primera vuelta.

Sin embargo, en los últimos días, algunas voces empezaron a reaccionar a esa posibilidad, y eligieron sobre todo la vía de las amenazas al candidato favorito.

La última edición de la ultraconservadora revista Semana trajo un reportaje sobre el “malestar militar” con la posible llegada de Petro a la Casa de Nariño (sede del Ejecutivo colombiano).

“Decenas de generales y otros oficiales y suboficiales de todas las fuerzas, además de soldados, que aceptaron hablar con esta revista bajo la reserva de su identidad”, asegura el periódico, antes de concluir que “a medida que él (Petro) ha venido creciendo en la intención de voto, ha aumentado la prevención y la molestia en las filas militares”.

Pero el caso más emblemático de estos últimos días fue del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas colombianas, general Eduardo Zapatero, que abandonó completamente la neutralidad que debería ser su obligación para hacer una serie de publicaciones en sus redes sociales acusando a Petro de vinculación con hechos de corrupción y bandas narcotraficantes, aunque sin presentar pruebas – algunos pocos medios independientes del país se atrevieron a debatir si las declaraciones del militar eran una forma de intervenir en las elecciones, pero en los grandes medios hubo solo repercusión de sus dichos, sin cuestionamientos sobre su legalidad.

Además del nerviosismo militar, Petro también ha sido blanco de amenazas de grupos paramilitares, los cuales suelen estar ligados a sectores de ultraderecha – especialmente al senador Álvaro Uribe, padrino político del actual presidente, Iván Duque.

En los primeros días de este mes, la organización conocida como Grupo Cordillera difundió un video asegurando que atentaría contra la vida de Gustavo Petro y de su vicepresidenta Francia Márquez en uno de sus actos de campaña. La amenaza llevó el candidato a suspender dos eventos pautados para los días 3 y 4 de mayo.

Las amenazas e incluso los atentados a Gustavo Petro no son una novedad. En su campaña de 2018, cuando llegó a segunda vuelta (fue derrotado por Duque), su auto fue atacado por piedras y disparos de armas de fuego durante su visita a la ciudad de Cúcuta – las investigaciones no identificaron individualmente los culpables, pero indicó que se trataría de una acción de otro grupo paramilitar de derecha.

Además, cabe recordar el historial de asesinatos de políticos de izquierda en Colombia que se acercan a la posibilidad de ascender al poder. El caso más emblemático es el de Jorge Eliécer Gaitán, líder del Partido Liberal – entonces el más progresista del país – en los Años 30 y 40, asesinado en 1948, en un hecho que fue decisivo para el inicio de la guerra civil en ese país y cuyas consecuencias se perciben hasta el día de hoy.

Otros candidatos progresistas colombianos asesinados en campaña fueron Luis Carlos Galán (1989), Jaime Pardo Leal (1987), Bernardo Jaramillo (1990) y Carlos Pizarro (1990).

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