Crece la tensión en la Casa Central de la U. de Chile, que lleva más de veinte días tomada por estudiantes movilizados en solidaridad por Palestina. El último cruce con Rectoría se realizó hoy, cuando un correo electrónico solicitó el desalojo de la sala donde pernoctan los estudiantes, quienes a su vez acusan calumnias y nula respuesta a sus demandas .
El correo electrónico del desalojo
Para Ismael Aguayo, uno de los voceros del acampe en Casa Central, el contexto del mensaje es un factor fundamental para interpretar su intención. “El mail llega en el marco de la última marcha por Palestina el pasado 8 de junio, que tuvo mucha convocatoria. Y llega justo en el momento donde nosotros enviamos un petitorio abierto”, indicó.
El petitorio señalado es una actualización del petitorio original -pues desde el inicio de las protestas, los estudiantes fueron descubriendo muchos más convenios con entidades sionistas de Israel, y allí su necesidad de actualizarlo-, y fue enviado a las 8 am del día lunes 10 de junio.
Solo un par de horas después, la Directora de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil (la interlocutora entre las vocerías del acampe y rectoría), Pamela Díaz-Romero, envía un mail con asunto “Devolución de Sala Eloísa Díaz”, donde señala que “en atención de los hechos registrados en los últimos días, que incluyen agresiones verbales a funcionarios” y “el uso del edificio patrimonial para el despliegue de mensajes que atentan contra la dignidad de las personas (…) les solicitamos el inmediato retiro de las pertenencias personales que mantienen en la Sala (Eloísa Díaz)”.
La Sala Eloísa Díaz es un elemento importante dentro del acampe, porque solo están habilitados dos espacios para la toma: el patio central, y la mencionada sala, donde los estudiantes pernoctan.
El lienzo de la discordia y las acusaciones de calumnias
El despliegue de mensajes “que atentan contra la dignidad de las personas” al que se refiere rectoría probablemente sea a un lienzo desplegado en Casa Central en la movilización del sábado 8 de junio, donde aparecía el mensaje “A romper la relación sionista, 76 años de colonización, 80% de la población desplazada, 40.000 muertos en 8 meses!!” junto a la ilustración del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu besando a la rectora Rosa Devés.
El lienzo generó el repudio de autoridades gubernamentales como el canciller Alberto Van Klaveren que expresó “toda mi solidaridad con la rectora” y la ministra de la Mujer Antonia Orellana, que señaló en un post que “el recurrir a caricaturas sexistas es agotar la posibilidad de debate, que caracteriza a la U. de Chile y apertura que siempre ha mostrado la Dra. Devés”. Dichos que fueron replicados masivamente por los medios de comunicación.
No obstante, las vocerías del acampe respondieron con un comunicado, y se defendieron señalando que “La imagen de Rosa Devés es utilizada como símbolo representativo de Rectoría, nunca fue nuestra intención atacarla personalmente en su posición de mujer al mando de la Universidad más importante del país”.
Incluso, detallaron que la imagen de Netanyahu intentado dar un beso a Rosa Devés es “una referencia a otras sátiras políticas que históricamente han sido símbolos de la libertad de expresión mediante el arte como crítica a las autoridades. Principalmente es una referencia al famoso mural que Dimitri Vrubel pintó en el muro de Berlín en 1990, bajo el título ‘Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal’ y que referencia el beso entre los dos líderes (HOMBRES) comunistas, Erich Honecker y Leonid Brezhnev, en la celebración del 30º aniversario de la República Democrática Alemana en 1979”.
De esta forma, argumentaron que “no estamos de acuerdo con que se utilice al feminismo y la posición de mujer de la rectora como herramienta para victimizarse y enmascarar su postura cómplice en el genocidio a niños, hombres y mujeres palestinas. No por ser mujer la rectora queda exenta de responsabilidad y de responder a nuestras peticiones. Así, las críticas serían exactamente las mismas si el género de la rectora fuera otro”.
Respecto a las agresiones verbales que refiere el mail, el vocero Aldo Villalobos es claro: “Descartamos cualquier agresión física y verbal a funcionarios, no hay ninguna acusación seria, son calumnias para deslegitimar la movilización. Desde el primer día hemos estado dispuestos a escuchar y respetar a los funcionarios de Casa Central para no obstaculizar su jornada laboral”
La nula respuesta al petitorio y las ausencias de la rectora
La verdadera problemática para los voceros de la movilización es que rectoría nunca ha tenido una reunión con ellos para dar respuesta al petitorio de diez puntos, y que la rectora contesta “por medios alternos como Youtube o la columna de El Mercurio que sacó la rectora”, señaló Ismael Aguayo. Y agregó: “Están preocupados de desviar el foco del petitorio y hablar de su propia agenda institucional con respecto al genocidio en Palestina”.
Además, señalan que ni siquiera han visto a la rectora acampar, tal como lo señalaron multiples noticias durante la primera semana de la toma de Casa Central, que indicaban que la rectora llevaba durmiendo una semana al interior de la universidad para evitar la toma.
Felipe Uthman, otro de los voceros del acampe, detalló: “Nosotros tenemos el control de la puerta para registro de entradas, y nunca vimos a la rectora en Casa Central. Cuando accedimos al segundo piso – donde está la oficina de la rector tampoco vimos ningún tipo de actividad”.
Dentro de las noticias que se publicaron sobre el “acampe” de Rosa Devés, no hay ninguna fotografía.
Los estudiantes pusieron como fecha límite una respuesta de rectoría a su petitoria hasta las 23:59 del jueves 13 de junio.