Este lunes la integrante de la Coordinadora Feminista 8M, Karina Nohales, publicó en su cuenta en Twitter un comunicado de las internas de la Torre 5 de la cárcel de San Miguel, recinto donde el pasado sábado murió Mylene Cartes (50).
Cabe recordar que -según denunciaron sus cercanas en ese recinto penitenciario- Cartes había presentado fuertes dolores estomacales, siendo ignorada durante una semana por Gendarmería, falleciendo finalmente tras ser llevada al Hospital Barros Luco.
Ante este hecho es que las internas del penal que lleva por nombre Centro Penitenciario Femenino (CPF) Mayor Marisol Estay emitieron su declaración en donde, entre otras cosas, exigen que se procese a una teniente y a la paramédico del lugar, y sostienen que Mylene es una “víctima de la negligencia de Gendarmería”.
Esto porque -según apuntaron- cuando Cartes “presentó fiebre, dolores estomacales y de cuerpo (…), la Teniente a cargo de la Torre 5 (…) no tomó en cuenta sus gritos de auxilio sino hasta que el sábado 29 todas las internas alzamos la voz frente a la guardia”.
Dicha acción, sin embargo, les significó “amenazas de las gendarmes, expresando que seríamos castigadas. ‘Sigan güeviando, las vamos a tirar todo el día al patio’, fueron expresamente sus palabras”.
Las internas continúan su relato señalando que al ver que Mylene empeoraba, ellas mismas debieron moverla de su celda para exigir que la ayudaran. “Las gendarmes la hicieron caminar sin prestar atención a su sufrimiento y la dejaron morir sin prestarle la atención médica que cualquier ser humano merece”, apuntaron al respecto.
“GENDARMERÍA NOS DEJA MORIR”
Junto con narrar lo ocurrido a Mylene, en su comunicado las presas detallaron las inhumanas condiciones en las que se encuentran otras presas. Por ejemplo, denunciaron que hay “mujeres imputadas durante 3 o 4 años esperando condenas altísimas (…) Las abuelas internas no reciben sus tratamientos médicos, las que son crónicas tampoco (…) Hay una mujer embarazada sin atención porque no hay matrona (…) Una mujer de 45 años que lleva más de 3 meses con sangramiento, tampoco ha recibido un examen ni una salida médica. Otra mujer con una herida en la cúpula del útero, tampoco ha recibido ayuda ni nada parecido”.
“Nos están matando. Gendarmería nos deja morir”, acusaron en la declaración, donde además advirtieron que no cuentan con un médico ni matrona en el recinto, sino que “solamente una técnico paramédica que frente a cualquier situación inyecta Diclofenaco y entrega Paracetamol”. Por otra parte, alertan que desde el 22 de enero hay dos mujeres en huelga de hambre sin que se les dé una solución.
Junto con ello, manifestaron que hay afectaciones a su salud mental. “No nos entregan las horas del patio que nos corresponden, no podemos ver a más de uno de nuestros hijos, no podemos ver a nuestros sobrinos, a nuestros nietos, a nuestros hermanos. Nos rompen las cosas que nos entran en la encomienda, no nos reciben más que una fuente de comida siendo que el rancho no alcanza. Nos niegan el confort y diversos artículos de aseo, alegando que con una pasta de dientes al mes debiéramos de tener”, detallaron.
Por último, las internas del Centro Penitenciario Femenino Mayor Marisol Estay denunciaron que recibieron represalias por exigir que Mylene Cartes fuera atendida como correspondía a la gravedad de su estado, siendo intoxicadas con gas pimienta lanzado por gendarmes. “Tomaron luego a cinco mujeres de la Torre 5 y las llevaron a una jaula donde las golpearon y las maltrataron verbalmente”, añadieron sobre aquello.
“Mylene era madre, tía, abuela, hermana, amiga y Gendarmería la mató. Exigimos justicia, que se procese a la Teniente y a la paramédico, ellas la dejaron morir”, demandaron las internas en su declaración.
